En vista de que las previsiones de los planes económicos que se habían hecho para España no se cumplen y que «el desempleo se ha disparado, la situación fiscal se ha deteriorado considerablemente, y las condiciones financieras se han tensado tanto para el sector público como para el privado», y a pesar de que la deuda soberana ha bajado considerablemente gracias a los repetidos anuncios del Banco Central Europeo (BCE), el FMI recomienda seguir con los ajustes y bajar los sueldos.
Su receta es que el gobierno llegue a un acuerdo, que prevé difícil de conseguir, con los empresarios y los sindicatos para que haya más contrataciones a cambio de bajar los salarios hasta un 10 % y de incentivos como una rebaja de las cotizaciones sociales.
El FMI señala en su informe que los salarios en el sector público y en las grandes empresas han bajado, a la vez que los despidos se han hecho más baratos y han aumentado. El seguro de desempleo se ha reducido en un 17 % a partir de los seis meses de prestaciones y se han reformado las ayudas a la contratación.
Los trabajos temporales no dan ninguna seguridad y «la posibilidad de encontrar un trabajo fijo es demasiado baja». El organismo internacional no prevé que la altísima tasa de paro baje del 26 % antes de 2018 y eso para situarse en el 25,3 %.
El informe subraya la necesidad de adoptar nuevas medidas para generar crecimiento y empleo tanto por parte de España como de Europa. Pide que España continúe con las reformas fiscales estructurales, como el consejo de política fiscal y la aplicación de la Ley orgánica de Estabilidad Presupuestaria, y que asegure la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Insta a las autoridades económicas a que especifiquen cómo piensan alcanzar los nuevos objetivos estructurales que reduzcan el déficit y apoyen el crecimiento a corto plazo.
El jefe de la misión del FMI para España, James Daniel, señala que quizá en el «cuarto trimestre de este año, o incluso en el tercero» la economía española volverá a crecer, pero de una forma tan raquítica que no servirá para crear empleo. «Lo que es realmente importante no es si España crecerá, sino si España crecerá lo suficiente como para crear una gran cantidad de empleo y lograr así que baje el nivel de desempleo inaceptablemente elevado y suba el ingreso de los hogares».
Daniels explica que ese crecimiento encontrará hogares y empresas con deudas elevadas en medio de condiciones de crédito muy duras.
En cuanto al sector bancario, el FMI avisa de que los riesgos continúan siendo elevados. «Uno de los más graves son las perspectivas macroeconómicas. Si la economía se recupera con fuerza, los bancos se beneficiarán, por ejemplo, ya que las empresas y los hogares podrán saldar con más facilidad sus deudas. Obviamente, también ocurre lo contrario: una economía en problemas es un problema para los bancos».
El FMI eleva las previsiones de déficit que hace el gobierno. Este año prevé que se cierre con un déficit del 6,7 % y del 5,9 % el próximo, frente al 6,5 % y el 5,8 % del ministerio de Economía. Hasta 2018 no vislumbra la posibilidad de que se cumpla el déficit marcado por Bruselas de bajar del 3 %.
El organismo cree que en el futuro se establecerán nuevas medidas presupuestarias, que el Gobierno está estudiando, como una subida en el IVA de productos que ahora pagan menos impuestos. El informe señala la tensión social existente en España y manifiesta su preocupación ante el «riesgo de que las tensiones centro-regiones pueda aumentar y la fragmentación política dé como resultado elecciones no concluyentes en el futuro».