El director general del FMI, Dominique Strauss Khan, tras reunirse este domingo con el ministro griego de Economía, Giorgos Papaconstantinou, ha dicho este domingo que está «convencido de concluir las negociaciones a tiempo para satisfacer las necesidades de Grecia.»
Grecia tiene que hacer frente el 19 de mayo a un pago de 8.500 millones de euros y, de momento, no tiene el dinero ni quién se lo dé, circunstancias que hacen temer mayores presiones de los mercados sobre su deuda, aunque el ministro griego pretende lanzar el mensaje de que la ayuda estará lista para entonces.
De momento, sólo el FMI puede evitar la suspensión de pagos griega. Alemania condiciona su parte del rescate a una «política de estricto rigor» por parte de Atenas. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en declaraciones al «Bild am Sonntag», decía que «Alemania no está dispuesta a dar un cheque en blanco» y exige resultados en la política de ajuste que intenta desarollar el gobierno de Papandreu.
Francia se ha sumado a las trabas del rescate. La ministra de Finanzas, Chistine Lagarde, ha dicho que París será «solidario con Grecia, pero no complaciente». Grecia intenta justificar como puede sus avances y Papaconstantinou subraya que «el presupuesto va por buen camino y los avances siguen lo previsto en la agenda.»
Mientras los dos socios europeos que más deben aportar al plan de salvamento,se lo piensan, la Comisión europea, por su comisario de Asuntos Económicos, Olli Rhen, echa más leña y recuerda que cada Estado tiene el poder de decir no. euroXpress