Zeman, de 68 años, apuesta por una Unión Europea federalista, alejada de la construcción de un superestado que quite competencias a los países y gobierne desde Bruselas. El nuevo líder checo acentúa la necesidad de aprovechar mejor los fondos estructurales de la UE para promover grandes proyectos estatales de inversión que permitan crear empleo sostenido. En su campaña ha rechazado las políticas antisociales de recorte del gasto público, la privatización parcial del sistema de pensiones y la congelación de las rentas de los jubilados que ha promovido la actual coalición gubernamental de centroderecha.
El nuevo presidente checo, economista de formación, consigue culminar una larga carrera política en la que ha sido presidente de la Cámara baja del Parlamento (1996-98) y primer ministro. Ex jefe del Partido Socialdemócrata, (CSSD), ha conseguido la mayor parte de los votos en las zonas rurales. Karel Schwarzenberg ha obtenido más respaldo en las grandes ciudades, principalmente Praga.
Zeman ha esgrimido sus buenos resultados económicos durante su época de primer ministro, en la que su ejecutivo negoció gran parte del acceso a la Unión europea, a la que accedió en 2004.
Milos Zeman jurará su cargo el 8 de marzo y tiene previsto realizar una primera visita oficial a Eslovaquia, país del que se separó en 1993. Zeman sucede en el cargo al emblemático Vaclav Haevl (1989-2003) y al liberal Vaclav Klaus, ambos elegidos directamente por el Parlamento.