Los ministros de Finanzas de la zona euro han aprobado el rescate de Chipre que finalmente será de 23.000 millones de euros. Chipre tendrá que poner 13.000 millones de euros, el Eurogrupo no va a moverse de las cantidades que dijo en un primer momento, Bruselas pondrá 9.000 millones y 1.000 millones el Fondo Monetario Internacional (FMI). También se amplía el plazo de devolución de los prestamos concedidos a Irlanda y Portugal.
La situación en Chipre «se ha degradado y las necesidades han aumentado ante una recesión más profunda de lo previsto», ha dicho una fuente europea por toda explicación ante un cálculo fuera de la realidad a pesar de que han pasado meses evaluando la situación chipriota.
En total el rescate será de 23.000 millones de euros y Chipre deberá poner 13.000 millones de sus propios recursos. Es decir, subirá los impuestos, venderá parte de sus reservas de oro y reducirá más la plantilla de funcionarios públicos.
Este acuerdo político permite que se pueda validar el rescate en los Parlamentos nacionales, entre ellos el Bundestag alemán. Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos, y Monetarios de la Comisión Europea ha dicho que espera que todos estos trámites previos estén terminados antes de que termine este mes de abril, y así Chipre podrá recibir una primera parte del rescate a primeros de mayo.
Aunque la decisión del Tribunal Constitucional portugués de anular varias de las medidas de ajuste que había adoptado el Gobierno no sentó muy bien a Bruselas, las seguridades que han dado las autoridades lusas de que están preparando medidas alternativas para compensar esos ingresos han hecho que sigan adelante con la ampliación de la amortización del rescate.
Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, ha recordado que la última revisión de la troika sobre el cumplimiento de las condiciones del rescate ha sido positiva y ha felicitado al Gobierno portugués por los «progresos en difíciles condiciones».
Portugal debía devolver 16.000 millones de euros en 2015 y 19.800 millones de euros en 2016 lo que le habría obligado a captar en el mercado 110.000 millones de euros en los próximos tres años, teniendo en cuenta la propia financiación.
En cuanto a Irlanda, Olli Rehn vicepresidente de la Comisión Europea, ha destacado que un plazo mayor representa «un paso importante» para que regrese este mismo año a los mercados de deuda.