En Francia, los costes del estrés laboral ascendieron a entre 2.000 y 3.000 millones de euros en 2007. En Reino Unido, se estima que alrededor de 9,8 millones de días laborales se perdieron entre 2009 y 2010 debido al estrés laboral, y los trabajadores se ausentaron de media 22,6 días. La agencia europea especializada en Salud y Seguridad en el Trabajo (SST), va a centrar la mayor parte de sus esfuerzos en esta campaña bianual, en la que quiere implicar a empresarios, trabajadores, agentes sociales e instituciones y gobiernos.
El 72% de los trabajadores relacionan el estrés con la reorganización en el trabajo o la inseguridad laboral, el 66% lo atribuye a un mayor número de horas trabajadas o a la sobrecarga y el 59% a comportamientos inaceptables, como el acoso laboral. Los estudios demuestran que los trabajadores con estrés tienen más dificultades para concentrarse, cometen más errores y sufren de forma más frecuente accidentes de trabajo. Una presión psicológica prolongada puede acabar en problemas graves de salud como enfermedades cardiovasculares o problemas musculares.
EU-OSHA, facilitará a empresarios y trabajadores unas herramientas simples para reducir el estrés y minimizar los riesgos psicológios en el trabajo, creando un entorno laboral más sano. Se calcula que sólo el 30% de las empresas tienen establecidos protocolos para evitarlo. La directora de la agencia, la austríaca Christa Sedlatschek, ha destacado que más del 40% de los empresarios consideran los riesgos psicosociales «una situación más difícil de manejar que otros riesgos de seguridad y salud considerados 'tradicionales'». Es por ese motivo que «queremos dar a conocer el problema y proporcionar apoyo para gestionar los riesgos psicosociales. El estrés laboral es un problema de organización y debe ser abordado como tal por los empleadores y los trabajadores que trabajan juntos».
La campaña «Gestionemos el estrés», que durará hasta 2015 y tendrá un coste de 2 millones de euros, se ha presentado en la sede de la Comisión Europea en Bruselas. El comisario de Empleo, László Andor, ha reconocido que «además de las consecuencias graves para el bienestar de los trabajadores, el estrés ligado al trabajo tiene efectos negativos sobre los resultados globales de las empresas europeas» y ha añadido que «existen medios de prevención que deben ponerse en marcha. Las patronales y los sindicatos deben actuar juntos para proteger mejor la salud mental de los trabajadores».