Este miércoles el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha confirmado la autenticidad de un video que el EI (antes conocido como ISIS) publicó el martes 2 y que mostraba como era decapitado el periodista estadounidense Steven Sotloff, secuestrado en agosto de 2013 cuando cubría la guerra civil en Siria para la revista Time y el diario Christian Science Monitor, entre otras publicaciones.
Al verificarse la autenticidad del video, Obama ha dicho desde Estonia: «Nuestro objetivo es claro... degradar y destruir» al EI «para que deje de ser una amenaza, no solo para Irak, sino para la región y para Estados Unidos». El mandatario estadounidense se encuentra en Europa para la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el jueves 4 y el viernes 5 en Gales, en Gran Bretaña.
En un informe de 26 páginas publicado este martes 2, que se basa en investigaciones in situ y entrevistas con víctimas y testigos de ejecuciones y secuestros en masa, Amnistía Internacional advierte de que las amenazas a las minorías étnicas en las zonas bajo control del EI «exigen una reacción rápida y contundente... para garantizar la protección de las comunidades vulnerables que corren el riesgo de ser borradas del mapa de Irak».
El «Estado Islámico lleva a cabo una limpieza étnica de una escala histórica en el norte de Irak», según el informe de la organización de derechos humanos con sede en Londres.
Amnistía Internacional concluye que «el EI dirige sus ataques sistemáticamente contra las comunidades que no son árabes ni musulmanas sunitas, matando o secuestrando a cientos, posiblemente miles, y obligando a más de 830.000 a huir de las zonas que ha capturado desde el 10 de junio de 2014», añade.
También el martes 2, Human Rights Watch (HRW), con base en Nueva York, ha acusado al EI de la ejecución de entre 560 y 770 hombres, en su mayoría soldados del ejército iraquí, en Tikrit tras tomar el control de esa ciudad el 11 de junio como parte de su impresionante avance en el norte y el centro de Irak.
Al día siguiente, el EI afirmó haber asesinado a 1.700 «miembros chiitas del ejército».
El cálculo de HRW, que basado en el testimonio de un superviviente y en el análisis de videos e imágenes de satélite, triplica la cifra de muertos que la organización había denunciado a fines de junio. Sus datos confirmarían la existencia de tres sitios de ejecución en masa en los alrededores de Tikrit, además de los dos que había informado anteriormente.
«Otra pieza de este rompecabezas macabro encaja en su lugar, con muchas más ejecuciones confirmadas», dice Peter Bouckaert, director de emergencias de HRW. «La barbarie del Estado Islámico viola la ley y ofende groseramente a la conciencia», subrayó.
El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas votó el lunes 1 el envío de una delegación a Iraq para investigar posibles crímenes de guerra del EI. «Las denuncias que recibimos revelan actos de inhumanidad a una escala inimaginable», asegura Flavia Pansieri, la alta comisionada adjunta para los derechos humanos, ante el Consejo de Seguridad.
El video macabro con el asesinato de Sotloff, que seguramente añadirá presión al gobierno de Obama para que amplíe sus recientes ataques aéreos contra el EI en Irak e incluya objetivos en Siria, sucede a otro publicado el 19 de agosto con la decapitación del periodista estadounidense James Foley.
Sotloff había aparecido en el video de Foley junto al supuesto verdugo, que se cree es un ciudadano británico, quien advertía que sería el próximo asesinado si Obama no cesaba los ataques aéreos contra el EI.
Pero Obama amplió la lista de objetivos de Estados Unidos, que realizó decenas de bombardeos coordinados con ataques terrestres de las fuerzas especiales iraquíes, milicianos chiitas y combatientes peshmerga kurdos en una contraofensiva que volvió a capturar la represa de Mosul de las fuerzas del EI y, más recientemente, habría vencido el asedio del movimiento radical en la ciudad de Amerli, en gran parte poblada por turcomanos chiitas.
«He vuelto, Obama», dijo el mismo verdugo enmascarado en el último video. «He vuelto debido a su arrogante política exterior hacia el EI, debido a su insistencia en continuar los bombardeos», añadió.
«Aprovechamos la ocasión para advertir a los gobiernos que pertenezcan a esta alianza maligna de Estados Unidos contra el EI que retrocedan y dejen a nuestra gente en paz», agregaba, de pie junto a otro cautivo sin identificar que se cree es un ciudadano británico.
En la cumbre de la OTAN en Gales se espera que Obama inste a otros miembros de la organización a adoptar una estrategia coordinada de presión diplomática, económica y militar contra el EI, que se expandió desde su base en el este de Siria a principios de 2014 a la provincia iraquí de Al Anbar, antes de avanzar por los valles de los ríos Tigris y Éufrates hacia el norte y el centro de Irak a partir de junio.
Washington quiere que sus aliados europeos se adhieran a la política estadounidense y británica contraria al pago de rescates para la liberación de rehenes capturados por el EI, una práctica que sería una importante fuente de ingresos del grupo radical.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y el director del Departamento de Defensa, Chuck Hagel, visitarán países aliados de Oriente Medio en los próximos días, sobre todo en los estados sunitas del Golfo, para persuadirles de que repriman con más fuerza a sus ciudadanos que financien o apoyen al EI, y que ofrezcan un mayor apoyo al gobierno en Bagdad y contribuyan con los esfuerzos militares internacionales contra el grupo.
En su informe, Amnistía denuncia que el EI masacró a cientos de hombres y niños mayores de 12 años que no eran sunitas musulmanes, en zonas predominantemente yazidíes de la provincia de Nínive, y ha secuestrado a mujeres, niños y niñas, muchos de ellos retenidos en Mosul, Tal 'Afar, y Bi'aj bajo presión para convertirse al islamismo sunita, agregó.
El Estado Islámico «lleva a cabo crímenes despreciables y ha transformado la zona rural de Sinjar en campos de exterminio empapados de sangre en su campaña brutal para arrasar con todo rastro de quienes no son árabes ni musulmanes sunitas», dice Donatella Rovera, asesora de Amnistía radicada en el norte de Irak.
También persigue a cristianos asirios, turcomanos chiitas, shabaks chiitas, kakais, entre otros, así como muchos árabes y musulmanes sunitas considerados opositores, según el informe, que también solicitó al gobierno iraquí que disuelva a las milicias chiíes, algunas de las cuales se cree que atacaron a la población sunitas en la región.