El Tribunal Supremo de Estados Unidos retrasó durante tres horas la ejecución mientras deliberaba. Finalmente a las 03:08 GMT murió por una inyección letal.
Antes de morir se dirigió al hijo del policía blanco asesinado, Mark mcPhail para decirle que era inocente, que él no tenía un arma, después se dirigió a su propia familia para decirles que siguieran investigando.
El caso de Troy Davis, negro de 42 años, ha suscitado una atención especial en todo el mundo. Nueve de los testigos que declararon en el juicio y que habían identificado a Davis como autor de los disparos se volvieron atrás y dijeron que la policía les había presionado para que culparan a Davis. Nunca se encontró el arma del crimen, ni pruebas que lo culparan directamente y él siempre dijo que era inocente. Nada ha servido, tras 20 años en el corredor de la muerte ha sido ejecutado esta noche.