La primavera ha llegado y con ella la amenaza de que se extienda la grafiosis que padece Pantalones, el emblemático olmo de aproximadamente 225 años y forma de pantalón invertido del Real Jardín Botánico de Madrid. En mayo del año pasado, los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) detectaron en el centenario ejemplar una enfermedad fúngica transmitida por un escarabajo, el Scolytus scolytus.
Como explica Mariano Sánchez, técnico del CSIC, jefe de la Unidad de Horticultura y conservador del Jardín, «Pantalones está enfermo, es una enfermedad que esperamos que sea crónica, pero desgraciadamente le ha atacado el hongo más agresivo, por lo que la lucha será titánica. Hasta la fecha hemos realizado un tratamiento aéreo contra los escolítidos y lo repetiremos semanalmente hasta que dejen de detectarse estos escarabajos en el ambiente».
El tratamiento aéreo se aplica con un cañón que permite distribuir el insecticida hasta los 25 metros de altura para impedir que nuevos escolítidos se posen en el árbol. «Ante el avance de la enfermedad, la única solución es seguir tratándolo como estamos haciendo desde que se detectó y, si sigue avanzando, se deberán podar las ramas infectadas poco a poco. De momento, para evitar que el hongo se extienda hacia la rama principal, se le ha hecho un anillo a la rama infectada que ha cortado la conducción de savia. Confiamos en poder controlar así la grafiosis», destaca el conservador del CSIC.
«El año pasado, en los meses de junio y julio, recurrimos además a inyecciones de fungicida para controlar el hongo. La floración del árbol ha sido prácticamente normal, salvo en un cimal», añade Sánchez.
Grafiosis, ¿una enfermedad crónica?
La grafiosis está provocada por el hongo del género Ophiostoma, concretamente por el Ophiostoma ulmi y el Ophiostoma novo-ulmi. Javier Diéguez, del Departamento de Micología del Jardín, señalaba hace unos meses: «Al detectar los primeros síntomas en Pantalones empezamos con el protocolo de actuación para identificar el hongo responsable: toma de muestras, aislamiento, extracción de ADN y secuenciación de un fragmento interno del ribosoma.
En este proceso hemos identificado que se trata de la especie más virulenta del hongo, Ophiostoma novo-ulmi».
El Scolytus scolytus, que puede volar hasta 3 kilómetros, tiene en sus patas traseras una especie de púas en las que transporta esporas del hongo desde ejemplares enfermos de olmo a otros sanos. Como consecuencia, esta grave enfermedad ha acabado prácticamente con todos los olmos viejos de la península Ibérica. «Se debe crear un cinturón sanitario de esa distancia cuando se tiene un olmo singular o una olmeda importante para evitar la transmisión de la enfermedad», apuntaba en verano Sánchez.
El escolítido suele ir a las axilas y entrenudos de los olmos más viejos, ya que detectan que son más débiles, para perforar y dejar ahí la espora. Esta germina y el micelio empieza a crecer hasta llegar al xilema, que es por donde el árbol absorbe el agua y los nutrientes. El mayor problema consiste en que el hongo se distribuya por el floema, canal de bajada de nutrientes, ya que así se extendería por todo el árbol. En ese caso se produciría una trombosis general del árbol, que lo mataría. Y es durante la primavera, cuando los vasos se agrandan y se puede distribuir el hongo con mayor facilidad, cuando existe un mayor riesgo para el olmo.
Pantalones y sus clonesComo consecuencia de la grafiosis, los ejemplares más viejos de olmo de la Península han ido desapareciendo, por eso, aunque hay olmedas estas tienen tan solo entre 20 y 30 años. Como uno de los olmos más longevos de la Península, Pantalones se ha incluido en el Catálogo Regional de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid.
Desde el Jardín Botánico señalan que es importante preservar el genotipo de Pantalones, ya que ha demostrado su resistencia a lo largo de más de dos siglos, especialmente a la grafiosis presente desde hace muchos años en Madrid y en España.
En 2012, a través de un proyecto de la Comunidad de Madrid, se clonaron cuatro ejemplares de Pantalones, que en la actualidad miden un metro y medio de alto y también se encuentran en el Jardín Botánico. Existen dos vías para realizar esta clonación: bien a través del cultivo del meristemo en un gel -de una rama se pueden obtener los ejemplares que se quiera- o haciendo cortes de ramas por mutilación asexual -en este caso se pone un poco de hormona, después se sitúa en una cámara de enraizamiento y se obtienen nuevos ejemplares-.
Estos ejemplares clonados suponen una esperanza en el caso de que Pantalones no sobreviviera a la enfermedad porque como señalaba Jesús Muñoz, director del Jardín Botánico, al conocer que el olmo padecía grafiosis: «Pantalones es un árbol emblemático porque es uno de los árboles más antiguos que tenemos en el Jardín, es muy bonito y muy característico».