La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, quieren aumentar la cooperación con Rusia y creen que hay espacio para ello en la Unión Europea. Una reunión de dos días en Deauville (Francia) con el presidente ruso, Dimitri Medvedev, han servido para acercar posturas y hacerse una foto significativa.
«Desde mi punto de vista, en 10 ó 15 años, la visión que debemos tener es un espacio económico común UE-Rusia y un concepto común de seguridad», ha dicho Sarkozy tras el encuentro. Las negociaciones entre la UE y Rusia sobre esos temas llevan paradas desde hace 7 años y la próxima cumbre entre ambas partes en diciembre puede ser el momento del acercamiento.
La cita ha querido calificarse de brainstorming para no despertar nuevas suspicacias con las instituciones europeas, pero vuelve a demostrar el liderazgo del eje París-Berlín en la UE. También hay quien opina que ha sido sólo una maniobra de distracción sin mucho éxito, cuando Francia vive una jornada de protestas masivas contra la reforma de las pensiones decidida por Sarkozy y Alemania debate sobre los inmigrantes, tras las polémicas declaraciones de Merkel.
En cualquier caso, la reunión de Deauville ha servido también para confirmar que Rusia asistirá a la próxima cumbre de la OTAN en Lisboa, en noviembre, y acepta estudiar el plan de establecer un escudo antimisiles. Aún así, Medvedev ha dicho que la OTAN debe aclarar «de qué forma ve a Rusia entrando en ese sistema, lo que le traerá, en qué manera ese acuerdo se puede lograr y cómo proceder después».
La canciller alemana se ha mostrado muy satisfecha por el anuncio del presidente ruso «porque las amenazas que vemos en el mundo son amenazas comunes».