Una señal concreta de esa tendencia se vio en el Consejo de Ministros del grupo ACP, realizado en esta capital belga, donde el director general de la Onudi, Li Yong, se reunió con representantes de esos países para explorar cómo promover una industrialización sostenible e inclusiva en sus territorios, así como las alternativas para aumentar la inversión en los países en desarrollo.
En la apertura de la reunión de ministros, el secretario general del grupo ACP, Alhaji Muhammad Mumuni, destacó el papel clave del programa de desarrollo industrial inclusivo y sostenible (ISID) en la promoción de la inversión y en la forma de estimular a las industrias competitivas en esos países.
En diciembre de 2013, los 172 países miembro de la Onudi, entre ellos los del grupo ACP, aprobaron en Perú por unanimidad la Declaración de Lima, que llama a un «desarrollo inclusivo y sostenible». La Declaración de Lima reconoce que la industrialización es un punto importante en la agenda global y, por primera vez, el espectacular éxito industrial de varios países en los últimos 40 años, en especial en Asia, se reconoció a escala global.
Según estadísticas de la Onudi, los países industrializados agregan un 70 por ciento de valor a sus productos. Las últimas investigaciones de esta organización muestran que el desarrollo industrial está intrínsecamente correlacionado con mejoras en áreas como la reducción de la pobreza, la salud, la educación y la seguridad alimentaria.
Uno de los grandes asuntos que atiende el ISID es el de la sostenibilidad ambiental del desarrollo industrial. «Tenemos que salir de los modelos tradicionales de industrialización, que tuvieron graves consecuencias para el ambiente y la salud de la población», observó Li.
Los objetivos de crecimiento económico deben perseguirse a la vez que se protegen el ambiente y la salud; hacer negocios de forma más sostenible se vuelve más rentables y las sociedades más resilientes.
El ISID en la agenda posterior a 2015
«Para lograr un ISID se necesitan políticas adecuadas, así como asociaciones entre los actores involucrados», destacó Li. Eso subraya la importancia de incluir al ISID en los grandes marcos de desarrollo, en especial en la agenda posterior a 2015 que guiará el desarrollo internacional en las próximas décadas.
Con un fuerte y sólido apoyo de los países ACP, el ISID ya fue reconocido como uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), propuestos por el grupo de trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para establecerlos.
Además fue confirmado el 4 de este mes por el secretario general, Ban Ki-moon, en su informe de síntesis sobre la agenda pos-2015, «El camino de la dignidad en 2030: acabar con la pobreza, transformar todas las vidas y proteger el planeta».
Los ODS reemplazarán a los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cuyo plazo vence a fines del año próximo. De hecho, el próximo objetivo nueve está dedicado específicamente a «construir infraestructura resiliente, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación».
En este contexto, Mumuni dijo en la reunión de ministros de ACP que «al fomentar la competitividad de nuestras industrias y facilitar el acceso de las marcas de esos países a los mercados regionales e internacionales, la Onudi se vuelve un aliado estratégico de la secretaría de ACP».
Países de ACP y la Onudi: Una asociación estratégica
Un memorando de entendimiento, aprobado en marzo de 2011, y un acuerdo de relación, suscrito en noviembre del mismo año, constituyen el sólido marco estratégico que subyace en la asociación estratégica entre el grupo ACP y la Onudi, y subraya cómo ambos socios pueden trabajar juntos para apoyar la implementación del ISID en las excolonias europeas.
Es clave crear y reforzar la capacidad de los sectores público y privado en los países de ACP para el desarrollo inclusivo, la competitividad, la transparencia y las industrias respetuosas del ambiente, en consonancia con el desarrollo nacional y regional.
Sobre la base de esos acuerdos, ACP y la Onudi intensificaron el diálogo y la cooperación concreta. Un ejemplo presentado en la reunión de ministros fue el desarrollo de un programa piloto llamado Plataforma de Seguimiento de Inversiones, financiado por la dotación intra-ACP del Fondo de Desarrollo Europeo y apoyo de otros donantes.
El programa procura manejar el impacto de las inversiones extranjeras directas sobre el desarrollo, combinar la promoción de inversiones con el desarrollo del sector privado, diseñar y reformar las políticas que atraen inversiones de calidad y fortalecer la coordinación entre el sector público y el privado, entre otros.
La iniciativa ya fortaleció la capacidad de las agencias que promueven la inversión y de oficinas estadísticas en más de 20 países africanos, capacitados en metodologías para evaluar el sector privado a escala de país.
Implementación del ISID en los países de ACP
La estrategia de Desarrollo Industrial Acelerado de África (AIDA), preparada gracias a la experiencia de la Onudi, es una prioridad clave de la Agenda 2063, «una estrategia global para optimizar los recursos de ese continente en beneficio de todos los africanos», y de la Estrategia Conjunta de África y la Unión Europea.
En el Caribe se da gran prioridad al desarrollo del sector privado, al cambio climático, a las energías renovables y a la eficiencia energética, así como al valor añadido en la cadena de valor agroindustrial, el comercio y el turismo.
En el Foro de Negocios Cariforum-UE, realizado en Londres en 2013, se articuló la necesidad de una mayor innovación, de mercados confiables y de información sobre el sector privado, acceso a los mercados a través de la calidad y la mejora del procesamiento de productos del agro e industrias creativas.
En el Segundo Foro de Negocios del Pacífico y la UE, realizado en Vanuatu en junio de este año, se promovió un mayor apoyo al sector privado y se llamó a garantizar que la innovación produzca beneficios socioeconómicos tangibles.
En las tres regiones del grupo ACP, se respaldan las intervenciones relacionadas con la calidad y el desarrollo de la cadena de valor como forma de apoyar al sector privado y a las estrategias vinculadas a los productos básicos.