La bacteria E. coli en su variedad más virulenta y la crisis de los pepinos que ha desencadenado han puesto de relieve una faceta de la agricultura española que muchas veces pasa inadvertida: la agricultura ecológica. Una forma de cultivar los alimentos respetuosa con el medio ambiente que ha quintuplicado su producción en los últimos 20 años en España.
Hemos hablado con Víctor Gonzálvez, director técnico de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) de la crisis alimentaria y la evolución de la agricultura ecológica.
euroXpress.- Llevamos ya tres semanas y todavía se desconoce el origen de la bacteria que ha desencadenado la infección y que casi termina con los pepinos españoles.
Víctor Gonzálvez.- Desde el principio mencionaron que eran los pepinos procedentes de una finca ecológica los causantes, pero gracias a la trazabilidad que tenemos en el sector se identificaron inmediatamente las posibles fincas fuentes de contagio y ahora parece que están apuntando a un invernadero en Alemania que vende brotes de soja también ecológicos. Parece que le tienen manía a la producción ecológica.
eXp.- ¿Tan difícil es encontrar el origen?
V.G.- Da la impresión de que están dando palos de ciego. Pero el método ecológico no debería, en principio, ser más vulnerable que otros cultivos para ese tipo de bacterias. Incluso todo lo contrario. Me acaban de enviar un correo electrónico desde el Instituto de Investigación de Agricultura Ecológica (FIBL) de Suiza, que va a elaborar un informe con todo lo relacionado con el uso de fertilizantes para aclarar cómo está protegida la producción ecológica.
eXp.- España pide a la Comisión Europea que se refuercen los mecanismos de la red de alerta de seguridad alimentaria (RASFF), ¿ayudará eso a que no vuelva a crearse una confusión como la de ahora?
V.G.- Ha sido bastante extraña la forma en la que dio a conocer la alarma la consejera de sanidad de la ciudad Estado de Hamburgo, un cargo equivalente al de cualquiera de nuestras comunidades autónomas. Hay que entender que ella tenía un papelón por delante. Tenía a gente muriéndose y tenía que decir algo, lo que pasa es que ha apuntado en el sentido contrario y no ha usado bien el sistema de alerta europeo.
eXp.- Debería haber hecho más comprobaciones antes de dar la voz de alarma
V.G.- Efectivamente, yo pienso que se han puesto nerviosos y que siguen nerviosos. Porque ya llevan 20 muertos y 2.000 afectados... no es sencillo resolver un problema como ese. Se entiende menos lo que sigue diciendo de que no se va a disculpar por el tema de los pepinos.
eXp.- ¿Han tenido muchas pérdidas?
V.G.- La alarma no solo ha afectado al sector ecológico, sino a todo el sector hortofrutícola español. Es un tema que habrá que resolver de algún modo. No sé qué van a hacer a nivel político pero algo habrá que hacer.
eXp.- ¿Ha comenzado la recuperación?
V.G.- En el caso de los pepinos ya estaba pasada la temporada. Si hubiera sido en plena temporada, el daño habría sido muchísimo mayor. Y en el caso de otras hortalizas, como se está reenfocando el origen del problema el impacto está siendo menor. Aunque todavía algún país no ha vuelto a comprar, ha aprovechado la crisis para limitar la importación.
eXp.- ¿Hay mucha producción ecológica en España?
V.G.- La producción es bastante importante. En superficie pasamos de los dos millones y medio de hectáreas, de las que casi un millón es producción. Lo demás son pastos. Digamos que somos el principal país productor a nivel de la UE.
eXp.- ¿Esa gran producción quiere decir que ha habido un cambio en la mentalidad de los agricultores?
V.G.- Ha habido un cambio y no solo en la conversión, le llamamos conversión a pasarse de un método de cultivo a otro. El cambio ha sido también de mentalidad, en la forma de cuidar la tierra, de proteger el medio ambiente y de respetar una serie de valores y principios que están vinculados a este tipo de alimentos.
eXp.- ¿Quiere eso decir que la agricultura ecológica atrae más a los jóvenes?
V.G.- Es una de las ventajas. En un par de estudios que se han hecho, uno en Reino Unido y otro aquí en España, se ve que la agricultura ecológica atrae a un mayor número de gente joven y a otras personas que no se dedicaban a la agricultura y que han visto en ella una forma de vida que les atrae. Además crea más empleo que la agricultura convencional. Eso en una situación como la nuestra hay que valorarlo.
eXp.- Entonces la agricultura ecológica va bien en España
V.G.- Hasta ahora va bien. La producción va bastante bien en el sentido de que se exporta muy bien. En el consumo nacional estamos regular, es nuestro talón de Aquiles.
eXp.- ¿Por qué cree que sucede eso? Quizá por falta de información
V.G.- Hay muchas hipótesis. Una de ellas dice que en España estamos más acostumbrados a comer productos frescos y eso lo equiparamos a natural y a ecológico. No se hace una diferenciación a nivel de ama de casa.
eXp.- ¿Cuál es la diferencia?
V.G.- Fresco es cualquier cosa que esté recién cortada. Entendemos por natural aquello que viene del pueblo, producido con prácticas tradicionales. La mayoría de la gente tiene vínculos con los pueblos, con sus familiares, allí donde aseguran que todo está hecho naturalmente. Aunque eso no es cierto, ni siquiera los quesos o los jamones o los chorizos se hacen ya con ingredientes locales, se utilizan conservantes y todo tipo de elementos en la elaboración. Un ejemplo es el pienso con el que se alimenta a los animales.
eXp.- ¿Y la producción ecológica?
V.G.- Es lo que se produce prescindiendo de productos químicos sintéticos o elaborados en laboratorio. En la agricultura ecológica se siguen las normas establecidas por la UE en todo el proceso desde los fertilizantes naturales, el control biológico de los insectos o el pienso que comen los animales, que también debe ser de producción ecológica sin contaminación con transgénicos.
Me gustaría animar a la gente a que confíe en los sistemas de producción ecológicos que además es donde se puede detectar más rápidamente cualquier problema que se dé en la cadena alimentaria. Nadie está exento de que pueda ocurrir un fraude, pero se cuida mucho tanto la producción como la manipulación, el envasado, la transformación, el transporte. Este tipo de alimentos están mucho más controlado que otros.