La Corte Constitucional checa se pronunciará sobre el Tratado de Lisboa el próximo 3 de noviembre. Entonces dará su veredicto sobre el recurso presentado por 17 senadores próximos al presidente Klaus, que entienden que el Tratado europeo invade competencias de la legislación checa.
Éste es el segundo recurso que se presenta ante el tribunal de la República Checa. El anterior fue desestimado tras constatar que no hay incompatibilidades entre el Tratado de Lisboa y la Constitución checa. Ahora, el argumento es que Lisboa limitará la soberanía del país al traspasar competencias a la UE.
El Tratado de Lisboa fue aprobado por el Parlamento checo y por el gobierno y sólo está pendiente de la firma de su presidente, Vaclav Klaus, quien parece aceptar la solución de la presidencia sueca de la Unión para lograr una excepción en la Carta de Derechos Fundamentales del Tratado.
El Consejo Europeo, que se celebra el jueves y el viernes próximos, tenía previsto dejar zanjado el asunto checo y empezar a debatir los nombramientos que contempla el Tratado: un presidente estable del propio Consejo y un Alto Representante para la política exterior y de seguridad común. Las quinielas siguen, pero ya hay alguien que se propone personalmente para el cargo, aunque sea de manera informal, el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker.
El aplazamiento del veredicto en Praga obliga a mantener el parón en las instituciones comunitarias hasta el 3 de noviembre. La UE ya había previsto convocar otra reunión de los 27 para mediados de mes y resolver a toda prisa las cuestiones pendientes para que el Tratado entre en vigor lo antes posible. euroXpress