La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI), órgano que protege los Derechos del Hombre en el Consejo de Europa, pide a los gobiernos que comuniquen una imagen más positiva de las sociedades plurales y sus beneficios, y que adopten planes nacionales de acción contra el racismo y la discriminación. ECRI ha detectado en varios Estados miembros, que ha aumentado el apoyo de partidos nacionalistas agresivos, partidos populistas xenófobos, así como la persistencia de una nostalgia fascista con el resurgimiento de grupos neo-nazis.

La extrema derecha está en progresión, dice en su informe anual el organismo paneuropeo. Estos partidos están representados en el Parlamento Europeo y son aún parte de coaliciones de gobierno. El informe hace un llamamiento a los Estados para suprimir la financiación pública de las organizaciones que promuevan el racismo y que hagan todo lo legalmente posible para disolverlas. Destaca que en algunos casos la incapacidad policiíal, para cumplir con la obligación de respetar los derechos humanos y las legislaciones nacionales, han provocado un aumento de la xenofobia. ECRI reclama una acción eficaz para contener los ataques racistas y hace un llamamiento a las autoridades para que no contribuyan a la espiral de violencia.

Alerta también de que en 2013, las políticas de asilo se han vuelto más restrictivas en algunos países y se han levantado barreras en las fronteras para prevenir la llegada de migrantes. Desde la Comisión, instan a los gobiernos nacionales a garantizar que se respeten todos los derechos fundamentales básicos de todas las personas que lleguen al territorio europeo, independientemente de su situación.

«Los invitamos a poner en marcha mecanismos para garantizar que los inmigrantes ilegales puedan denunciar libremente los abusos», explica el Presidente de la ECRI, Christian Ahlund.

El discurso de odio sigue estando presente en la sociedad. El Consejo de Europa recomienda a los Estados hacer frente a la intolerancia, incluyendo las formas de expresión que deben ser tipificadas como delito y que se dirigen a grupos vulnerables como migrantes, romaníes, musulmanes y judíos.

Aunque algunos Estados (comunitarios y no), han emprendido medidas para integrar al colectivo gitano, ECRI lo considera insuficiente, e insta a centrar los esfuerzos en diseñar planes de acción concretos, que cuenten con suficientes recursos presupuestarios y con el apoyo de las autoridades regionales y locales.

Finalmente, el informe señala que ECRI ha comenzado a analizar los actos de odio y violencia contra personas LGTB (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) y a recopilar las políticas implementadas contra la discriminación e intolerancia hacia estos colectivos.