Algunas de las plantas nucleares europeas no pasarán los test de resistencia decididos por la UE, según ha dicho el comisario de Energía, Gunther Oettinger. Sus palabras no han sido matizadas por la Comisión, que sigue una política de absoluta cautela sobre el asunto y se limita a ofrecer ayuda humanitaria a Japón.
En unas declaraciones a la televisión franco-alemana Arte, Oettinger ha declarado que «los stress-tests que vamos a llevar a cabo en todos los reactores nucleares demostrarán que no todos cuentan con los más altos estándares de seguridad».
Aunque no se han fijado exactamente los puntos que se medirán en esas pruebas, sí se ha avanzado que se trata de comprobar la resistencia de las nucleares europeas ante posibles terremotos, tsunamis, ataques terroristas o apagones, entre otras posibilidades.
Oettinger sorprendió esta semana al decir que la situación en Japón está fuera de control y puede calificarse de «apocalipsis», declaraciones que tuvieron una repercusión negativa en las bolsas, y después que la crisis de Japón «está en manos de Dios». El comisario no ha aclarado si dispone de información específica para hacer tales afirmaciones y la Comisión se limita a atender los datos que facilita que el gobierno japonés.
El responsable europeo de Energía era hasta hace un año presidente del Estado alemán de Baden-Württemberg, donde se celebran elecciones la semana que viene. Algunos medios relacionan las declaraciones de Oettinger con un apoyo al partido de Merkel de cara a los comicios.
De hecho la canciller alemana ha dado un notable giro en su política energética en los últimos días. Ha suspendido por tres meses sus planes de alargar la vida de las plantas nucleares alemanas y ha empezado ya a cerrar las siete centrales construidas antes de 1980. Este jueves, Merkel ha dicho en el Parlamento alemán que la tecnología nuclear sigue siendo una fuente transitoria de energía y ha apostado por alcanzar la era de las energías renovables lo antes posible.