Tras la cancelación de su lanzamiento el pasado sábado por fuertes vientos que ponían en peligro al pequeño cohete VEGA, el más pequeño de los lanzados por la ESA con 30 metros de altura y sólo tres de diámetro, ha completado con éxito su segundo vuelo en el que ha liberado, en dos órbitas diferentes, dos satélites de observación de la Tierra, el Prova-V de fabricación europea y el VNREDSat1a de Vietnam, y el primer satélite de Estonia, el ESTCube-1.
«Hoy es un gran día para la ESA, sus Estados Miembros y para Europa. Gracias al apoyo de los Estados Miembros, la ESA y la industria europea están demostrando una vez más su capacidad de innovación. Entre todos los Estados Miembros, Italia se merece una mención especial por liderar el Programa Vega, Bélgica por dirigir los proyectos Proba para la ESA y Francia por el desarrollo y el mantenimiento del Puerto Espacial Europeo aquí, en Kourou. También estamos muy orgullosos de haber puesto en órbita el primer satélite de Estonia», declaró Jean-Jacques Dordain, Director General de la ESA.
VEGA despegó a las 23:06 del 6 de mayo, hora local (las 02:06 GMT del 7 de mayo), comenzando una compleja misión que ha durado el doble que su vuelo inaugural, en febrero de 2012, en el que transportaba dos satélites italianos, el reflector láser LARES de la Agencia Espacial Italiana, y el ALMASat-1 de la Universidad de Bolonia, además del satélite XatCobeo, gallego, que realiza mediciones de radiación de partículas de alta energía.
Esta segunda misión, en la que se ha encendido cinco veces el motor de la etapa superior del lanzador, ha servido para comprobar la versatilidad del lanzador espacial.
Según lo previsto, las tres etapas de combustible sólido funcionaron sin inconvenientes y dieron paso a los dos encendidos del motor de combustible líquido de la etapa superior con los que – 55 minutos después de su lanzamiento - el satélite Proba-V fue liberado a 820 kilómetros de altitud, en una órbita circular, sobre la costa occidental de Australia.
Tras poner en órbita a Proba-V, la etapa superior de VEGA se encendió una tercera vez para soltar la parte superior del Adaptador de la Carga Útil Secundaria de Vega, con forma de huevo. Un cuarto encendido puso al conjunto en una órbita circular a 704 kilómetros de altitud, en la que liberó a VNREDSat 1A, 1 hora y 57 minutos después del lanzamiento, y a ESTCube 1, tres minutos más tarde
El último encendido del motor del lanzador ha colocado la etapa superior en una trayectoria que garantizará su reentrada segura en la atmósfera terrestre para minimizar la creación de más fragmentos de basura espacial.
VEGA está listo para su uso comercial
El vuelo es uno de los que forman el programa de Acompañamiento de Investigación y Tecnología para Vega (VERTA), diseñado para demostrar la versatilidad del nuevo sistema de lanzamiento y ha marcado el comienzo del traspaso de las operaciones de lanzamiento de la ESA a Arianespace, quien se encargó del análisis del vuelo, de los preparativos y de las operaciones, así como de la promoción del vehículo en el mercado para su explotación comercial (VNREDSat-1, el satélite vietnamita, ha sido el primer pasajero comercial de VEGA).
«Vega ha confirmado que está listo para proporcionar un servicio de alta calidad para poner en órbita baja pequeñas cargas útiles», ha explicado Antonio Fabrizi, Director de Lanzadores de la ESA. «Europa tiene ahora la capacidad de atender las necesidades comerciales y gubernamentales en este mercado en expansión».
La segunda misión también ha confirmado la flexibilidad del sistema operativo de VEGA, el más pequeño de la ESA pero diseñado para poder llevar varios satélite de entre 300 y 2.500 kilogramos a bordo y colocarlos, gracias a que su etapa superior se puede encender hasta cinco veces, en órbitas diferentes.
El Proba-V tiene como objetivo estudiar y registrar datos sobre la cubierta de vegetación de nuestro planeta para estudiar el uso de la tierra, clasificar la vegetación que la cubre, vigilar las cosechas, predecir hambrunas y estudiar la biosfera.
El VNREDSat-1 tomará imágenes de la Tierra para estudiar los efectos del cambio climático, predecir desastres naturales y ayudar a optimizar la gestión de los recursos naturales de Vietnam.
Finalmente, el ESTCube-1, un satélite en miniatura en forma de cubo de 10 centímetros de arista, tiene como objetivo comprobar el funcionamiento de una vela solar eléctrica diseñada por el científico finlandés Pekka Janhunen.
El VEGA es el último de los modelos de lanzadores europeos junto al Ariane 5, utilizado para cargas pesadas, y los rusos Soyuz, que transportan cargas intermedias.
«Desde el vuelo inaugural de VEGA, hace un año, el mercado ha acogido la llegada de este nuevo sistema de lanzamiento, que hoy ha puesto en órbita a su primer cliente comercial», ha explicado satisfecho Antonio Fabrizi, Director de Lanzadores de la ESA.