Los alemanes se adelantaron ya cerca del pitido final con un gol de Müller, pero Drogba empató para los blues en el minuto 88. Se mantuvo el empate en la prórroga y la tanda de penaltis (3-4) decidió la Champions League 2012.
El Bayern, favorito, ha cumplido la maldición de que la Champions no se gana en casa, aunque no había conocido la derrota en su estadio en esta edición. Esta noche ha desarrollado potencia, ataque y juego para romper la imagen de segundón que se ha ganado en Alemania, toreado por el Borussia Dortmund, pero no se ha traducido en goles.
El Chelsea, confiado por haber desbancado al Barça en semifinales y haber conquistado la FA Cup, ha salido a por todas y, con menos juego pero quizá más voluntad, ha conseguido tener la suerte de su parte. Se ha dicho que esta final de la Champions suponía enfrentar a la tradición contra el dinero. Se presentaba un duelo de estilos por la corona del fútbol europeo y tenía que haber un vencedor. Ha sido el Chelsea, contra pronóstico.