El CERN invitado de honor en Ars Electrónica

Hasta ahora el CERN se había limitado a colisionar partículas en busca del Origen que no es poco, pero también pretende hacer pinitos en al arte... en el arte electrónico, sobre todo.

El prestigioso Festival Internacional Ars Electronica, que se celebra en la primera semana de septiembre en la ciudad austriaca de Linz, tiene este año como invitado muy especial al CERN: el gran colisionador de hadrones europeo. Juntos han lanzado un proyecto.

Músicos interpretando y al fondo una pantalla con imágenes del Colisionador de Hadrones
Concierto inaugural/Foto:rubra

Esta primera cooperación del CERN con el mundo del arte va a durar tres años. Se trata de un concurso internacional que llevará a los ganadores a pasar dos meses en el CERN donde un mentor les guiará y donde podrán observar de cerca los trabajos, experimentos y logros de los científicos. A continuación llegará el momento del arte. Otra estancia en el laboratorio permanente que Ars Electronica tiene en Linz, Futurelab. Allí podrán llevar a la práctica aquello que les haya inspirado la estancia anterior cerca de la máquina. Además de una cantidad en metálico, 10.000 euros.

Los resultados serán presentados en el «Globe of Science and Innovation» del CERN y en el Festival Ars Electronica.

El concurso está abierto a creadores de cualquier rama, electrónica, coreografía, cine, artes plásticas o música el único requisito es que la presentación se haga utilizando medios digitales.

Pero el Gran Colisionador de Hadrones está brillando con luz propia en Ars Electronica. El lema de esta edición es «Origen – cómo empieza todo», en la que se confronta la búsqueda continua y la renovación de los artistas con la búsqueda de la llamada partícula de Dios o bosón de Higgs que desvelará algunas de las claves del Universo que se hace en el CERN.

Más homenajes, en la inauguración del Festival se estrenó una composición de Ralph Schutti, titulada «Música hermosa para una hermosa bestia» que interpretaron músicos de la Filarmónica de Viena.

Pero no todo es CERN en Ars Electronica, el público se puede encontrar dentro de una nube artificial en una terraza, o puede pasear por el muelle de madera de un lago artificial en el que se ha convertido un gran salón, o visitar una pequeña plataforma petrolífera como la instalada por el grupo HeHe en recuerdo a la explosión de la «Deepwater Horizon» en el Golfo de México. Hasta el próximo martes se puede disfrutar y aprender en el festival.