El tema de Sakineh debía ser tratado el próximo jueves en el Parlamento Europeo pero la urgencia de su caso ha hecho que se adelante a la apertura del plenario. El presidente, Jerzy Buzek, ha recordado que el Parlamento Europeo rechaza la pena de muerte en todas las circunstancias y ha pedido a las autoridades iraníes que revisen el caso de forma justa y transparente.
El hijo de Sakineh, Sajjad Mohammadi Ashtiani, de 22 años es quien ha informado de que su madre fue condenada de nuevo, en un juicio celebrado en la cárcel, a recibir 99 latigazos por «corrupción e indecencia» por permitir que el pasado agosto se difundiera una foto de ella sin hiyab. Pero la mujer de la foto no es la condenada en realidad es Susan Hejrat, una activista política iraní que vive en Suecia y cuya imagen fue publicada en Internet acompañando un artículo suyo sobre Ashtiani. El Times ha rectificado.
La situación de Sakineh es límite. El Ramadán termina esta semana y en cualquier momento se pueden reanudar las ejecuciones en Irán.
El clamor por salvar de la muerte a Sakineh es unánime en toda Europa. El Gobierno español dijo tras el último consejo de ministros que podría «impulsar una acción concertada ante las autoridades de Irán para lograr que Ashtiani no sea ejecutada». El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, ha dicho que está dispuesto a viajar a Teherán para defender su causa.