Fuentes del organismo han indicado en declaraciones al diario que no reconocen la mediación de la Comisión Europea y han recalcado que «la solución al conflicto debe darse dentro de los mecanismos que indica el contrato firmado».
La respuesta de la ACP ha llegado horas después de que el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Industria, Antonio Tajani, se comprometiera «personalmente» a «intentar buscar una solución diplomática» al conflicto.
A través de un comunicado, explicó que en las últimas horas ha recibido «una petición del consorcio de empresas europeas que tienen una divergencia con las autoridades panameñas sobre el coste de la obra de expansión del Canal de Panamá para que intente mediar en la solución».
Tajani consideró «positivo» que «varias empresas europeas del sector de la construcción, una española (Sacyr), una italiana (Salini Impregilo) y una belga (Jan de Nul), que tienen un problema en el exterior soliciten a la Comisión Europea su mediación».
Asimismo, explicó que conoce «bien» el problema de los sobrecostes de las grandes obras porque, «desgraciadamente, es un fenómeno que también ocurre dentro de la Unión Europea (UE)». «Comprendo la posición de las empresas europeas, pero también la de las autoridades panameñas», ha apuntado.
El comisario europeo advirtió de que «una ruptura del diálogo sobre una gran obra, que está además muy avanzada, no interesa a nadie». «Perdería sobre todo Panamá, que ha impulsado una obra clave para su país, pero también perderían, por supuesto, las empresas europeas y el comercio mundial en general», señaló.
Sobrecostes en las obras
Las constructoras encargadas de ejecutar el nuevo juego de esclusas de la vía interoceánica remitieron el pasado 30 de diciembre a la ACP un aviso de que el 20 de enero pararían la obra, si antes no se solucionaban los desajustes económicos que sufre el proyecto por los sobrecostes surgidos.
El consorcio argumenta que la demora de la autoridad panameña en atender estos sobrecostes, que cifran en un total de 1.625 millones de dólares, está generando problemas de liquidez para continuar con la emblemática obra, que se adjudicó en 2009 por un importe de unos 3.114 millones de dólares y debe de estar lista en el primer semestre de 2015.
Tras el aviso de suspensión de las obras, las constructoras y la ACP se sentaron a negociar el pasado 7 de enero, después de la reunión mantenida la víspera por la ministra de Fomento española, Ana Pastor, y el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.
De ese primer encuentro surgieron las propuestas de acuerdo planteadas por ambas partes. La Autoridad del Canal ofrecía un anticipo de 100 millones de dólares y el consorcio solicitó un adelanto de 400 millones de dólares. No obstante, manifestaron su voluntad de seguir negociando y acercar posturas.
La empresa española, que con una participación del 48 por ciento lidera el consorcio ha reiterado en distintas ocasiones su disposición al diálogo. «Sacyr no va a abandonar el proyecto, las obras van a continuar y se van a acabar porque no contemplamos otro escenario que el del acuerdo», declaró su presidente, Manuel Manrique.
Por su lado, el administrador del Canal, Jorge Quijano, ha reiterado en numerosas ocasiones que la ACP está capacitada para asumir los trabajos en apenas quince días en caso de que el consorcio abandone el proyecto. De hecho, asegura haber contactado ya con varias empresas.