En una conferencia celebrada en Fráncfort, Draghi se ha mostrado pesimista sobre los riesgos de la economía europea, más altos ahora que cuando el BCE hizo sus últimas previsiones. Sin embargo, cree que las condiciones de financiación de los bancos «son mucho mejores de lo que eran en noviembre», cuando el Banco hizo dos subastas de liquidez por un billón de euros.
«Estas operaciones fueron introducidas en un entorno donde los diferenciales de los mercados de dinero habían aumentado, la liquidez se había secado y el acceso de los bancos a la financiación en el mercado se había minado rápidamente», añade Draghi, para concluir que los objetivos han sido «ampliamente satisfechos».
Pero el presidente del BCE cree que se necesita más tiempo para comprobar el impacto de esas inyecciones de liquidez. Ahora dice que seguirá cumpliendo su mandato de mantener la estabilidad de precios y «el Eurosistema continuará aportando liquidez a bancos solventes cuando sea necesario».
Draghi opina que la actividad económica se ha estabilizado a un nivel muy bajo y critica la «falta de acción» de los gobiernos europeos para afrontar reformas estructurales.