Sucedió en agosto de 2011. Jean-Claude Trichet, que entonces presidía el Banco Central Europeo (BCE) envió una carta confidencial al presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. Hizo lo mismo al presidente de Italia, Silvio Berlusconi. El BCE, expresaba su preocupación «por la situación extremadamente difícil de la economía española», según ha explicado ahora el Defensor del Pueblo, Nikiforos Diamandouros.
La existencia de las cartas se desveló en los medios de comunicación italianos. En España coincidió con la decisión de Zapatero de reformar la Carta Magna para introducir la «regla de oro» del equilibrio presupuestario. Varios grupos parlamentarios pidieron que se hiciera público el contenido que consideraban exigía a España la inclusión de la «regla de oro» en la Constitución a cambio de la compra masiva de bonos para hacer frente a los ataques de los mercados.
Un abogado español solicitó formalmente el acceso a la misiva. El BCE no consintió en divulgar el contenido y el abogado presentó una reclamación ante el Defensor del Pueblo Europeo. Tras inspeccionar la carta, Diamandouros coincide con el BCE en que tal publicidad perjudicaría el interés público en lo que respecta a la política económica y monetaria de la UE o de un Estado miembro.
Con el consentimiento del presidente del BCE, que ahora es Mario Draghi, confirma que no sugería cambios en la Constitución española. La nota del Defensor del Pueblo, añade que el demandante se ha dado por satisfecho.