El BCE seguirá manteniendo los tipos de interés bajo mínimos para impulsar el crecimiento y la inflación. El interés aplicable a la facilidad de depósito seguirá en el -0,20% y el que se aplica a la facilidad marginal de crédito en el 0,3%.
Draghi ha valorado muy positivamente el primer mes que llevan en funcionamiento ' las medidas de política monetaria no convencionales', «existe una clara evidencia de que las medidas de política monetaria que hemos puesto en marcha son eficaces», ha dicho.
Ha explicado que los programas de compra de activos se desarrollan sin contratiempos, con volúmenes en línea con la cifra anunciada de 60 mil millones de euros de títulos al mes y, que las condiciones del mercado financiero y el coste de la financiación externa para el sector privado han disminuido considerablemente en los últimos meses, a la vez que las condiciones de financiación para las empresas y los hogares han mejorado notablemente, con un repunte de la demanda de crédito.
De cara al futuro, la evolución de la economía «dará lugar a medio plazo a un rendimiento sostenido de la inflación hacia un nivel inferior, aunque próximo, al 2% y apuntalará el firme anclaje de las expectativas de inflación a medio y largo plazo.»
Según el análisis de la situación que hace el BCE, el PIB real de la zona euro ha aumentado un 0,3%, en tasa intertrimestral, en el último trimestre de 2014. La demanda interna, especialmente el consumo privado, ha seguido siendo el principal motor de la recuperación en curso. Los últimos indicadores económicos, incluidos los datos de la encuesta hasta marzo, sugieren que la economía de la zona euro se ha intensificado desde finales de 2014.
De cara al futuro, el BCE espera que la recuperación económica se vaya ampliando y fortaleciendo gradualmente. Las mejores condiciones financieras deben apoyar el consumo privado. El precio del petróleo y el cambio del euro a la baja continuarán apoyando los ingresos de los hogares y la rentabilidad de las empresas y, por lo tanto, el consumo privado y la inversión.
De acuerdo con la estimación preliminar de Eurostat, la inflación en la zona del euro medida por el IAPC fue del -0,1% en marzo de 2015, frente al -0,3% en febrero y -0,6% en enero. Este patrón, ha dicho Draghi, refleja en gran medida el aumento del precio del petróleo en euros desde mediados de enero. Sobre la base de la información disponible y los actuales precios de los futuros del petróleo, se espera que la inflación medida por el IAPC permanezca en los próximos meses muy baja o negativa.
Si a eso se le añade el impacto favorable de las medidas de política monetaria del BCE sobre la demanda agregada, el impacto del tipo de cambio del euro a la baja y la asunción de los efectos de base y los precios del petróleo algo más altos en los próximos años, se espera que las tasas de inflación puedan subir este año y aún más durante 2016 y 2017.
Respecto a España, Mario Draghi ha señalado que la reactivación del crédito es poco visible todavía y que los efectos de la política monetaria del BCE se irán reflejando en la economía real con el tiempo. Ha añadido que se han recuperado 500.000 puestos de trabajo pero que es necesario reducir la dualidad en el mercado laboral para lo que son necesarias más medidas en el mercado de trabajo y fortalecer las políticas activas de empleo.