El BCE confía en que esas medidas animen a los bancos a ofrecer créditos, algo fundamental para reactivar la economía europea que está a punto de volver a caer en la recesión. La noticia de que el BCE comenzaba la compra de activos no ha conseguido conmover al mercado que ha reaccionado con desgana.
Los inversores están más pendientes de los resultados de los test de estrés a la banca que se publicarán el próximo domingo y que les permitirá tener una idea clara de la situación de las entidades bancarias de la zona euro.
Los bonos garantizados es deuda respaldada por los préstamos que los bancos conceden a empresas o a los consumidores para comprar casas, coches o tarjetas de crédito lo que constituye el 90 por ciento del mercado de la mayor parte de Europa, Dinamarca, Alemania, Suecia, Francia o España.
Con estas medidas, Mario Draghi presidente del BCE, espera que la inflación interanual se acerque al 2 por ciento, y salga de lo que él llama «la zona de peligro», en la que está ahora. En septiembre se situó en el 0,3 por ciento.