El presidente del BCE, Mario Draghi, ha justificado el mantenimiento del precio del dinero porque «Esperamos que la zona económica del euro se vaya recuperando gradualmente durante 2012... «Los intereses muy bajos y todas las medidas tomadas para forzar un funcionamiento óptimo del sector financiero están avalando a la eurozona», ha dicho.
Con todo, Draghi mantiene un punto de desconfianza y no descarta el riesgo de recaída por «las tensiones en los mercados de deuda y su potencial desbordamiento sobre la economía real». Por eso, no hay pistas sobre la actuación del Banco en los próximos meses.
El banquero ha confirmado en su comparecencia el acuerdo al que han llegado los partidos políticos griegos sobre las medidas de ajuste necesarias para acceder al plan de rescate de la UE y el FMI, pero no ha desvelado su participación.
El BCE tiene unos 50.000 millones en bonos griegos y se ha especulado con la posibilidad de que sirvieran para financiar a Grecia a través del Fondo de Estabilidad Europea y ayudar al gobierno de Atenas a reducir su deuda en unos 11.000 millones de euros.