Frente a las críticas que se le hacen desde Alemania por inyectar un billón de euros en el sistema financiero a bajo interés, Draghi considera que la medida ha permitido abrir de nuevo los mercados. El banquero italiano ha confesado que más de la mitad de los 800 bancos que acudieron a la última subasta del BCE eran pequeños bancos alemanes que, supuestamente, favorecerán a las pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo, Draghi no ha querido aventurar si habrá una nueva inyección de liquidez, tras las dos operaciones realizadas y ha señalado que ahora hay que ver «cómo ha cambiado el paisaje económico y financiero».
Tampoco ha querido pronunciarse sobre la participación privada en el rescate griego, el día en que vence el plazo para que las entidades financieras se sumen a la quita y condonen parte de la deuda. El presidente del BCE considera que si los mercados han pasado en los últimos días del nerviosismo a la tranquilidad, es que habrá buenos resultados en el desenlace.
El BCE ha informado de que vuelve a aceptar como garantía en sus operaciones de refinanciación títulos de deuda emitidos por el Estado griego, ya que están respaldados por el fondo de rescate temporal europeo hasta los 35.000 millones de euros.
La entidad monetaria europea ha presentado sus previsiones económicas para 2012, que ha revisado a la baja. Ahora estima que la economía europea puede caer hasta un 0,1%, cuando en su anterior proyección fijaba un crecimiento del 0,3%.