El martes y el miércoles el Tribunal Constitucional de Alemania, debe valorar la legalidad del programa de compra de bonos del BCE, aunque la conclusión definitiva la dará después del 22 de septiembre, fecha de las elecciones alemanas.
Mario Draghi ha querido tranquilizar a la opinión pública alemana soliviantada por el segundo programa de compra de deuda soberana de países con dificultades por una cantidad ilimitada con la condición de que apliquen reformas económicas. Alemania es el mayor accionista del BCE.
«De este programa no se ha gastado hasta ahora ni un euro», ha asegurado Draghi, que ha afirmado que el BCE sólo intervendrá para restaurar la confianza en el euro. «No intervendremos para asegurar la solvencia de un Estado» ha asegurado.
El presidente del BCE ha dicho que los países muy endeudados deben aplicar medidas como las que implementó Alemania en su momento. «Estos países tienen que emprender reformas en serio como lo hizo Alemania en 2003».
En cuanto a los tipos de interés ha señalado que subirán de nuevo en cuanto «vuelva la confianza en la recuperación de la economía». Ha explicado que la inflación está muy baja y hay millones de desempleados, en esta situación los tipos de interés no pueden estar altos.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha repetido en numerosas ocasiones que a su país le interesa que suban los tipos de interés.