Como ya había anunciado Mario Draghi, el BCE ha comenzado a comprar deuda pública y privada por valor de 60.000 millones de euros al mes para evitar la deflación, teniendo en cuenta que ya no puede bajar más los tipos de interés.Desde que el 22 de enero hiciera público el programa de expansión cuantitativa la rentabilidad de los bonos públicos ha caído y su precio ha subido.
Los mercados siguen esperando más información sobre el programa. El jueves de esta misma semana, en el Consejo de Gobierno del BCE que se celebrará en Nicosia (Chipre), se espera que Mario Draghi dé más explicaciones.El BCE comprará cada mes unos 39.000 millones de euros de bonos soberanos de la zona del euro. Lo hará en proporción a la participación que cada banco central de la eurozona tiene en el capital del BCE.
¿Esto qué significa? Por ejemplo, la cuota de capital del Bundesbank en el BCE es del 25,7%, la del Banco de Francia del 20,3%, de la Banca d'Italia del 17,6%, Banco de España del 12,6% y del Nederlandsche Bank de Holanda del 5,7%, entre otros países. Por tanto, de esos 39.000 millones de euros una cuarta parte irá destinada a la compra de deuda alemana .
Un papel importante lo tendrán los bancos centrales nacionales de los diferentes países de la zona euro. Éstos serán quienes llevarán a cabo las compras y en caso de que se produzcan pérdidas, el 80% las asumirá el banco central nacional y el 20% restante el BCE. Y es que cabe recordar, que el 70% de los 7,55 billones del mercado de deuda pública de la zona del euro se encuentra en manos de inversores nacionales.
Los bancos son los mayores tenedores de deuda pública con un 25%, un 22% está en manos de aseguradoras y fondos de pensiones y los bancos centrales extranjeros poseen algo más del 20% para la gestión de sus reservas en divisas.
Sin embargo, las dudas en los mercados no decrecen y se preguntan si el BCE va a encontrar suficiente deuda soberana de buena calidad para llevar a cabo su programa de expansión cuantitativa, tras haberse disparado los precios de los bonos y llevado su rentabilidad, incluso, al terreno negativo. Los analistas opinan que si en la medida que se acerca el momento de comprar bonos, el mercado se ha preocupado más por que el programa de expansión cuantitativa del BCE estará obstaculizado por una oferta de bonos insuficiente.
Una buena parte de analistas cree que los actuales inversores venderán de mala gana al BCE que quiere incrementar su balance en 1,1 billones de euros, lo que presionará por tanto a la baja al euro, favorecerá las exportaciones e impulsará la economía de la región. Sin embargo aún quedan los temores de que se repita el reciente caso alemán.
Alemania colocó la semana pasada y por primera vez en el mercado deuda a cinco años pero a un tipo de interés negativo. Y es que, de las 13 subastas que ha hecho el Tesoro alemán este año, nueve han tenido rentabilidad negativa y la más alta en los poco más de dos meses que llevamos de 2015, ha sido del 1,07%, en concreto el 28 de enero y por la emisión de bonos a 30 años. Según un experto de la empresa Feingold Research, esta búsqueda de alternativas de inversión dados los bajos tipos de interés puede llevar en los próximos meses a muchos inversores a las acciones que pagan elevados dividendos.
Sin embargo, desde el BCE lo tienen claro. No hay preocupación, como sí ocurre en el mercado, sobre su capacidad de comprar bonos y se muestra convencido de que los bancos de la zona del euro venderán los bonos soberanos a sus bancos centrales nacionales.