Draghi ha hecho el camino de vuelta de su antecesor, Jean-Claude Trichet, que subió los tipos en abril y julio. El nuevo presidente del BCE ha tenido dos ocasiones y en las dos los ha rebajado 25 puntos básicos cada vez, hasta dejarlos en el 1% para revitalizar la economía europea. La decisión se ha tomado por mayoría en el consejo de gobierno de la institución monetaria y no por unanimidad.
Los mercados estaban pidiendo un abaratamiento del precio del dinero y lo han conseguido, pero también había expectativas sobre las compras de bonos y los préstamos al FMI y ahí el BCE ha sido inflexible. Mario Draghi ha rechazado la posibilidad de que el BCE preste dinero a los gobiernos de la eurozona a través del FMI y ha recordado que los tratados europeos se lo impiden.
El presidente del organismo europeo sí ha anunciado que habrá más barra libre de liquidez para los bancos, con nuevas operaciones de refinanciación y con requisitos más relajados, que eviten las tensiones en la banca europea. Además el BCE ha decidido que podrá actuar como agente del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera en las operaciones del mercado secundario de deuda.
El Banco Central Europeo no descarta la entrada en recesión de la eurozona para el año que viene y rebaja las previsiones de crecimiento para 2011 a una horquilla entre el 1,5% y el 1,7%. Para 2013, prevé una mejoría.