La cumbre de este jueves tiene lugar horas después de que un panel del Senado de Estados Unidos haya aprobado el uso de la fuerza militar contra Siria en respuesta al ataque perpetrado el 21 de agosto y en el que, según el gobierno de Barack Obama, las fuerzas de Bashar al Assad utilizaron armas químicas.
Es la primera vez que los congresistas votan para permitir una acción de este tipo desde octubre de 2002, cuando lo hicieron para autorizar la invasión a Iraq que tuvo lugar en 2003.
Estados Unidos y Rusia, que es una aliada clave de Siria, están enfrentados mientras Obama intenta justificar la intervención militar. El presidente estadounidense a declarado que seguirá intentando persuadir al presidente Putin de la necesidad de ataques punitivos contra Al Assad por su presunto uso de armas químicas , cuando ambos se reunan en San Petersburgo.
En la inauguración de la cumbre, Putin ha hablado exclusivamente sobre la crisis económica mundial, principal prioridad en la agenda, enfatizando la necesidad de políticas internacionales coordinadas para combatir la continua volatilidad de los mercados.
También ha sugerido que los líderes mundiales debatan el tema sirio «durante la cena» de este jueves 5, para no apartarse de las prioridades económicas de la agenda.
Kerry, «un mentiroso»
Antes, Putin había vuelto a cuestionar las evidencias que, según Occidente, justifican un ataque militar contra Siria, acusando al secretario de Estado estadounidense John Kerry de mentir cuando, al hablar ante el Congreso legislativo para q ue aprobara la intervención, le quitó importancia al papel de la red extremista Al Qaeda en las fuerzas rebeldes.
«Las unidades de Al Qaeda son la principal jerarquía militar, y ellos lo saben», dijo Putin. «Él está mintiendo, y sabe que está mintiendo. Es triste», añadió.
Putin señala que, si Estados Unidos decide atacar valiéndose solo de la aprobación parlamentaria y sin una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, sería un acto de agresión. También dijo esta semana a The Associated Press que no descarta apoyar una acción de la ONU, si se prueba que el gobierno sirio usó gas venenoso contra su propio pueblo.
Antes, Obama había declarado que estaba preparado para sortear al Consejo de Seguridad de la ONU sobre este tema, pero sometió el asunto a una votación en el Congreso. El pleno del Senado estadounidense tiene previsto debatir la cuestión la semana próxima.
El conflicto en Siria, que se inició con un levantamiento popular en marzo de 2011, se encuentra estancado, y no está claro que ataques militares de Estados Unidos por el presunto uso de armas químicas por parte de las fuerzas de Al Assad vayan a cambiar algo. Obama dice que quiere una acción localizada y limitada para disuadir futuros ataques químicos, no para impulsar un cambio de régimen.
Riesgos económicos y nucleares
Mientras, China alerta a otras potencias mundiales sobre los riesgos económicos en todo el planeta de un ataque de Estados Unidos contra Siria.
En declaraciones formuladas en San Petersburgo antes de la cumbre del G-20, el viceministro chino de Finanzas, Zhu Guangyao, expresó que tal «acción militar definitivamente tendrá un impacto negativo sobre la economía mundial, especialmente sobre el precio del petróleo». Citó estimaciones según las cuales un aumento de 10 dólares en el precio del petróleo puede hacer caer un 0,25 por ciento el crecimiento mundial.
También urgió a una solución negociada en la ONU con la esperanza de que «la balanza económica mundial se vuelva más estable en vez de más compleja y más desafiante».
Rusia también advirtió que un ataque de Estados Unidos contra instalaciones nucleares de Siria podría causar una catástrofe atómica, y urgió a la ONU a presentar un análisis de riesgos de ese escenario. El asunto se planteará en una reunión del consejo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica la semana próxima, según informa la agencia de noticias Interfax.
Poco apoyo internacional
Obama viene presionando para obtener apoyo, tanto nacional como internacional, para castigar al régimen de Al Assad que, según Estados Unidos, disparó cohetes cargados con el gas nervioso sarín contra áreas dominadas por los rebeldes cerca de Damasco en la madrugada del 21 de agosto, matando a cientos de civiles.
Sin embargo, hasta ahora ha obtenido poco respaldo internacional. Estados Unidos cuenta con el apoyo de Francia para una intervención militar en Siria. Pero otras potencias del G-20, incluidas China y Alemania, se han manifestado categóricamente en contra.
Ben Rhodes, asesor de Obama en materia de seguridad nacional, dijo que Estados Unidos usaría la cumbre de San Petersburgo para explicar a aliados y socios su «pensamiento actual», y para explorar qué tipo de «apoyo político y diplomático» podían ofrecerle en sus esfuerzos por sancionar al régimen sirio.
Mientras aumenta la presión sobre el G-20 para que tome una decisión sobre el conflicto, la ONU ha anunciado este jueves que Lajdar Brahimi, su enviado especial a Siria, estaba viajando hacia San Petersburgo para impulsar conversaciones de paz.