En el Foro han participado los 27 ministros de Deporte de la UE y representantes de los comités olímpicos, federaciones europeas, clubes, ligas y deportistas. La comisaria europea de Deportes, Androulla Vassiliou, les dijo que «el arreglo de partidos es sin duda tan antiguo como la competición deportiva en sí. Lo que es nuevo es la magnitud del fenómeno, relacionado con el crecimiento exponencial de las apuestas deportivas, especialmente las apuestas en línea, y la participación de redes de delincuencia organizada».
Bruselas reconoce que el problema tiene difícil atajo y cree que es importante empezar por la educación y la concienciación sobre las buenas prácticas para llegar a los grupos de interés que corren el riesgo de participar en los amaños, jugadores y árbitros.
Pero además de una labor de prevención, Vassiliou quiere implicar al movimiento deportivo, los operadores de apuestas, las agencias de control nacionales y los reguladores de juegos de azar para que cooperen a nivel nacional, europeo e internacional.
Se dice confiada en su colaboración, pero apuesta por modificar la legislación para actuar decididamente. Dice que el amaño de partidos es una forma de fraude y corrupción, castigado penalmente en los 27 Estados de la UE, pero de diferente forma. De modo que pide una armonización legal, un marco jurídico global que sea útil ante la dimensión internacional del problema.
Los ministros europeos de Deporte coinciden en el análisis pero no van más allá en las decisiones. Los participantes en el Foro han consensuado un comunicado en el que hay buenas intenciones, recomendaciones y, eso sí, una propuesta de sanciones disuasorias, incluidas penales y disciplinarias, que priorice los casos con implicaciones transfronterizas. Los 27 coinciden que en que el amaño socava los valores fundamentales del deporte de integridad, fair play y respeto por los demás.