Eran las nueve de la mañana en Israel, cuando su primer ministro, Benjamin Netanyahu anunciaba que aceptaba la propuesta de alto el fuego de Egipto. Pero en esas horas de paz para la Franja de Gaza, Hamas lanzó 50 cohetes contra Israel. «En la reunión ya avisé que si Hamas y la Yihad seguían atacando y no aceptaban la tregua, reaccionaríamos con rotundidad» advertía horas después Netanyahu en un mensaje televisado.
«No tenemos más remedio que intensificar aún más la ofensiva», lamentaban ya por la tarde fuentes del ejecutivo Israelí. Consideran que con el gesto de Netanyahu se dio una oportunidad a Hamas, y que los terroristas respondieron con una intensa lluvia de proyectiles contra Israel. Y el gobierno Hebreo cumplió su amenaza. Ya por la noche el ejercito israelí pedía a los habitantes del norte de Gaza que abandonaran sus casas, «por su propia seguridad», ante una nueva oleada de bombardeos.
La comunidad internacional ha condenado de forma unánime esta nueva escalada de violencia que enfrenta a palestinos e israelíes. El Consejo de Seguridad de la ONU ha reclamado volver a la tregua que palestinos e israelíes firmaron en 2012. Este fin de semana, en una reunión en Viena centrada en las negociaciones con Irán, los primeros ministros de Estados Unidos Alemania y Reino Unido aprovecharon para debatir cómo lograr un alto el fuego en la zona. «Hay un elevado número de víctimas», lamentaba Laurent Fabius, jefe de la diplomacia francesa que insistió en que el principal objetivo sigue siendo el cese de la violencia.
Condena desde Bruselas, una semana después
Más tibia ha sido la respuesta de la Unión Europea, que de momento está más preocupada por la renovación institucional. El conflicto de la Franja de Gaza es uno de los puntos del día del Consejo Europeo que hoy consensuará varios nombramientos en las instituciones. Se espera que tras la reunión, los Estados Miembros emitan una condena conjunta de los ataques y pidan a las partes un alto el fuego y que vuelvan a sentarse en la mesa de negociación; aunque llegará nueve días después de la escalada de violencia en la zona.
Esta semana desde la Comisaría de Exteriores reconocían que se están siguiendo con «gran preocupación» los últimos acontecimientos, y reconocían que desde la Comisión se están manteniendo contactos «con todas las partes implicadas» en el conflicto. Además, varios ministros europeos tomaban la iniciativa y viajaban hasta la región para intentar encontrar una salida al conflicto. Hasta Israel han viajado el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, y su homóloga italiana, Federica Mogherini. Precisamente el nombre de Mogherini, suena con fuerza para sustituir a Catherine Ashton al frente de la diplomacia europea, y ya se ha interpretado el viaje como un signo de que será ella quien dirija a partir de ahora la política exterior de la Unión.
Francia por su parte pedía dar un paso más y enviar una misión europea de ayuda fronteriza en los puntos de paso entre Israel y la Franja de Gaza. «Europa está preparada para hacer algo, especialmente a través del llamado EUBAM (la misión de asistencia en fronteras de la UE)», recordaba el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius. Su propuesta pasa por reeditar una misión similar a la que envió Europa en 2005 a Rafá, en la frontera entre Gaza y Egipto.
Han pasado ya nueve días desde que Israel lanzara la ofensiva Margen Protector contra la Franja de Gaza, en respuesta al asesinato de tres jóvenes estudiantes hebreos. Este martes Israel registraba su primera víctima mortal, un hombre de 37 años que llevaba comida a los soldados israelíes apostados en la frontera. Al otro lado son ya más de 200 los palestinos muertos en los bombardeos; 40 son niños.