Las asociaciones españolas de agricultores Asaja, Coag, UPA, Cooperativas Agroalimentarias y la asociación de productores y exportadores Fepex han señalado que no se puede adoptar un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Marruecos cuando el vigente «se incumple» y produce un impacto negativo en la agricultura española. En la última campaña hortofrutícola la merma en los ingresos fue de 2.240 millones de euros.
El nuevo tratado pone en peligro 370.000 puestos de trabajo en zonas de alto nivel de desempleo. El parlamentario socialista Vicente Garcés ha afirmado que el acuerdo es «un ataque muy serio» y asegura que su grupo votará en contra. Por su parte el coordinador de IU, Cayo Lara, ha dicho que su grupo está elaborando una resolución de oposición en la que van a incluir la defensa al derecho «de autodeterminación del pueblo saharaui».
A finales de enero se votó a favor del informe elaborado por el propio José Bové, que había recomendado el voto en contra, sin embargo la Comisión de Comercio Internacional le dio el visto bueno.
En septiembre de 2010 la Eurocámara encargó a Bové, como vicepresidente de la comisión de agricultura del Parlamento Europeo que elaborara un informe sobre la prolongación del acuerdo agrícola UE-Marruecos. En el que puso de manifiesto que el acuerdo tendría consecuencias «catastróficas», para las zonas de producción hortícola de España, sin que se beneficien los pequeños y medianos agricultores marroquíes. El beneficio va a parar a las grandes empresas de exportación de Marruecos, de capital europeo fundamentalmente, a las que el europarlamentario ha acusado de hacer «dumping».http://es.wikipedia.org/wiki/Dumping
Se ha referido también a las condiciones de los trabajadores marroquíes del campo, muy parecidas a la «esclavitud puesto que no tienen derecho a sindicarse», Bové ha asegurado que el jornal es de cinco euros al día.
No se puede prever cual puede ser el resultado de la votación en el pleno, que está prevista para el 16 de febrero, y que sería la definitiva. Bové ha dicho este martes en Madrid, que hay «enormes presiones» por parte de diferentes países de la UE para que se vote favorablemente así como de Marruecos, que «hace chantaje con la inmigración» que se supone que controla.
Por otra parte la forma de producción es antiecológica, con un consumo exagerado de agua, incluso en zonas casi desérticas. La región del Sáhara Occidental también está incluida en el proyecto, si se aprobara precisamente este punto sería el que haría que todo el proyecto acabe en el Tribunal Europeo de Estrasburgo «porque ese territorio no se puede integrar en ningún acuerdo comercial» ha dicho.