Mohamad Mostafaei ha comparecido ante la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo ,donde ha dicho que la lapidación, ejecuciones masivas o amputaciones, de las que no se libran ni siquiera los menores, son normales en Irán. Defensores de los Derechos Humanos, políticos de la oposición, profesores, abogados y todos los que se oponen a la política del Gobierno corren el peligro de ser detenidos de forma arbitraria.
«Creo que las sanciones económicas contra Irán no son positivas, tendrían que ser sanciones políticas», ha dicho y ha insistido en que posibles intereses económicos o comerciales «compartidos» no sirvan para«descuidar la defensa de los Derechos Humanos». Para él esta cuestión es más urgente que el programa nuclear iraní. Occidente debería ayudar a poner fin a la censura y apoyar a los iraníes para que tengan acceso a Internet, ha señalado que escribir en un blog está considerado como delito desde 2009 y se castiga con la pena de muerte.
«Irán tiene una riqueza nacional que le permite reclutar a guardias, policías y movilizar fuerzas», los recursos se utilizan«para promover acciones policiales y controlar la situación».
Mostafaei, refugiado en Noruega, salió el pasado julio de Irán donde era perseguido por ser el defensor de Sakineh Ashtiani, la mujer condenada a morir lapidada acusada de adulterio. En la actualidad, la acusación ha sido cambiada por la de envenenamiento y la condena es de morir en la horca. Hace unos días, el hijo de Sakineh, su actual abogado y dos periodistas alemanes fueron detenidos y se encuentran en paradero desconocido.