Se trata de una detallada encuesta a más de 106.000 docentes de 34 países (casi 4.000 españoles), donde se comparan diversos aspectos de la enseñanza y aprendizaje de la Educación Secundaria para conseguir una docencia de mayor calidad.
Se ha realizado en 19 países de la UE así como en Estados Unidos, Australia, Brasil, Chile, Serbia, Singapur, Islandia, Israel, Japón, Malasia, Corea del Sur, México, Noruega, Abu Dabi y Canadá (Alberta).
Entre otros datos, destaca que el 38 % de los profesores de la UE trabaja en centros de enseñanza en los que no hay suficientes profesores cualificados y/o competentes (principalmente en Países Bajos, Rumanía, Grecia y Gran Bretaña), mientras que en Francia, Holanda, Croacia, España o Grecia, echan en falta más profesores para alumnos con necesidades especiales. En España, 6 de cada 10 profesores, trabajan en estos centros y la necesidad de personal de apoyo asciende a un 72%.
Los profesores de secundaria trabajan una media de 38 horas semanales, con 19 de ellas impartiendo clases, tiempo de trabajo habitual en otros muchos sectores. Los profesores dedican siete horas a preparar sus clases, cuatro a corregir y calificar y dos horas a la gestión escolar, atención a los padres y actividades extraescolares.
La mitad de los profesores nunca observa las clases impartidas por otros y casi un 20% nunca participa en el aprendizaje colaborativo, la encuesta muestra que aquellos que lo hacen, están más satisfechos de su trabajo y tienen más confianza en sus habilidades. La participación en las decisiones escolares también aumenta la satisfacción laboral y hace que los profesores se sientan más valorados en la sociedad.
A los maestros les afecta mucho más el comportamiento de los alumnos que el número de ellos en la clase. La media por clase en la OCDE es de 24, como en España. Y dentro del tiempo de trabajo de los docentes (79% en la OCDE y 77% en España), el porcentaje que destinan a mantener el orden en el aula varía desde el 8% o 9% en Polonia, Estonia, República Checa o Noruega al 15% en España, Chile o Japón y 16% en Francia, Portugal u Holanda.
Falta de incentivos y promoción profesional
Según TALIS, un 68 % de los profesores son mujeres (Japón es la única excepción de esta feminización de la profesión), la edad media es de 43 años, el 91% con estudios universitarios, 4% doctorados y el 83 % tienen contratos indefinidos en la actualidad.
El Director de la OCDE, Andreas Schleicher, explica que «tenemos que atraer a los mejores y más brillantes para unirse a la profesión. Los docentes son la clave en la economía del conocimiento de hoy, donde una buena educación es una base fundamental para el éxito futuro de cada niño».
Sin embargo, alrededor de la mitad de los profesores señala la falta de incentivos como un obstáculo para la participación en el desarrollo profesional. En España, aunque el 84% de los docentes ha participado en alguna actividad de desarrollo profesional en los últimos 12 meses, cuatro de cada cinco creen que no tienen incentivos que fomenten dicha participación.
Los cursos o talleres formativos destacan como las principales actividades en España con un 67%, seguido de investigación individual o grupal 41%. Alrededor del 30% de los profesores españoles se beneficia de redes educativas o asiste a conferencias o seminarios educativos.
Dos tercios de los profesores trabaja en escuelas con programas de introducción a la carrera profesional. Las excepciones son Brasil, México, Polonia, Portugal y España, donde sólo entre el 20% y el 30% de los maestros trabajan en escuelas con programas formales, un aspecto que muchos ven necesario mejorar.
La comunicación es necesaria
En el 91% de los centros del conjunto de la OCDE evalúa habitualmente al profesorado. En España este porcentaje es significativamente inferior (64%). El 62% de los maestros afirma que la retroalimentación habría mejorado su forma de enseñar.
Sin embargo, entre el 22% y el 45% de los docentes en Dinamarca, Finlandia, Islandia, Italia, España y Suecia dijeron que nunca habían recibido retroalimentación por parte de su escuela actual, solo el 13% dijo que sí había recibido respuesta.
En España, los directores declaran que el 36% de los profesores no ha sido evaluado nunca. El 50% de los maestros siente que la mayoría de las evaluaciones se llevan a cabo como ejercicios administrativos y el 43% dice que no están muy relacionadas con la forma en que enseñan en el aula.
El 32% nunca ha recibido información sobre los resultados de la evaluación y el 45% reconoce que esta información les ayuda a mejorar en todos los aspectos. Más de la mitad de los profesores afirma que repercute positivamente en su confianza, motivación y satisfacción con su trabajo.
No obstante, tanto en España, como en la mayoría de los países de la OCDE, pocas veces la evaluación contribuye a la mejora salarial o a la promoción profesional.
Propuestas de la Comisión Europea
La Comisaria Europea de Educación, Androulla Vassiliou, dice que «está dispuesta a ayudar a los Estados miembros a elaborar políticas y medidas para conseguir que la docencia sea una profesión más atractiva».
«A no ser que los Estados miembros tomen medidas para atraer y retener a los mejores profesores, se socavarán las mejoras destinadas a mejorar la calidad de la educación en Europa», ha declarado, y por ello, la CE ha propuesto algunas recomendaciones.
Los Estados miembros deberían poner en marcha estrategias a largo plazo para atraer y retener a los mejores profesores. Reforzar los programas de formación de profesores o dar más oportunidades para el desarrollo y la evolución de la carrera profesional, son dos ejemplos.
Se debería hacer mayor hincapié en el uso de las TIC en las aulas y en las destrezas exigidas para enseñar a los alumnos con necesidades especiales.
Los Estados miembros deberían insistir más en un desarrollo profesional efectivo y en el aprendizaje colaborativo, ya que eso alienta a los profesores a utilizar métodos innovadores de enseñanza y aprendizaje, aumentando su satisfacción laboral.