La mitad de las empresas españolas afirma que ha recuperado los niveles de facturación y empleo anteriores a la crisis. El optimismo de los empresarios sobre la economía española en 2015 alcanza su máximo desde 2007, aunque persiste la incertidumbre económica. Las perspectivas de mejora de las empresas españolas superan la media de la eurozona en facturación y exportaciones y la igualan en beneficios. El 31% de las compañías espera crear empleo en 2015 frente al 13% que prevé despidos. 50% de los empresarios dicen haber recuperado la facturación anterior la crisis.
El 53% de las empresas afirma haber igualado o superado los niveles de empleo anteriores a la crisis y el 48% sus niveles de facturación. Esta es una de las principales conclusiones para España del International Business Report que elabora Grant Thornton mediante más de 10.000 entrevistas anuales con líderes empresariales de 35 países.Sin embargo, entre las empresas que dicen no haber recuperado dichos niveles, las perspectivas son sombrías. En este grupo, 6 de cada 10 empresas consideran que no alcanzarán el volumen de facturación previo a la crisis «hasta 2018 o más tarde», y 7 de cada 10 lo afirman igualmente al referirse al empleo.
«La percepción de la recuperación va por barrios. Mientras que algunos sectores como el de la automoción o el turismo avanzan ya a toda máquina, superando incluso sus niveles previos a la crisis, para otros, como el de la construcción, conseguir eso es aún una quimera», comenta Álvaro Sanmartín, socio de Economics & Regulation de Grant Thornton y fundador de Alinea Global.
Record de optimismo empresarial desde 2007
La percepción de recuperación ha hecho subir el índice de optimismo empresarial (porcentaje de optimistas menos porcentaje de pesimistas) sobre la evolución de la economía española en 2015 hasta los 18 puntos positivos, su nivel más alto desde 2007, volviendo a cifras en positivo tras seis años de pesimismo continuado.
El indicador español se sitúa por encima de la media de la eurozona (13 puntos) y sólo es superado por Alemania (51) entre las cuatro grandes economías de la Europa continental puesto que Francia e Italia mantienen su pesimismo con -36 y –9 puntos respectivamente.
En porcentajes, un 38% de los líderes empresariales se declara optimista sobre la economía española en el nuevo año frente a un 20% que se muestra pesimista y un 42% que se mantiene en la incertidumbre. Hace un año el porcentaje de optimistas se situaba en el 32% mientras que el de pesimistas alcanzaba el 41%
Persisten los viejos problemas
Precisamente es la incertidumbre ante el futuro económico el principal problema señalado por los empresarios. Un 59% lo considera un lastre importante para el crecimiento de su negocio. Le siguen otras dos dificultades que vienen siendo habituales durante toda la crisis: la baja demanda (señalada por un 47%) y la dificultad de acceso a la financiación (40%).
«Esta es una recuperación todavía frágil puesto que seguimos sujetos a múltiples riesgos. Unos relacionados con la necesidad que tiene la economía española de superar retos a largo plazo, como aumentar nuestra capacidad de crecer de modo sostenido y preservar el equilibrio de nuestras cuentas públicas. Y otros sobre los que tenemos menos control (política monetaria, cotización del euro, desempeño de nuestros socios comerciales). Eso provoca incertidumbre en las empresas y dificulta sus decisiones de inversión y expansión. Por suerte, al menos en lo que se refiere al segundo de estos frentes, las noticias son alentadoras», señala Álvaro Sanmartín.
Mejores perspectivas para los negocios y para el empleo
Pese a los problemas que persisten, las empresas españolas ven buenas perspectivas de negocio en 2015. El balance de perspectivas de facturación (porcentaje de los que esperan subidas menos el de los que prevén bajadas en los próximos 12 meses) alcanza su máximo desde 2008 y se sitúa, con 45 puntos, bastante por encima de la media de la eurozona (39). El de beneficios también bate récords, en este caso desde 2007, con 35 puntos que igualan la media de la eurozona. Se ralentizan, en cambio, respecto al año pasado las perspectivas de incremento de las exportaciones que aun así superan la media de la zona euro (33 puntos en España frente a 31 de media).
El balance de perspectivas de empleo augura también una importante mejora, aunque en menor medida que el resto de indicadores de negocio. Un 31% de las empresas planea nuevos contratos en 2015 frente a un 13% que cree que tendrá que reducir plantilla. La mayoría de las empresas, un 56%, cree que mantendrá sus niveles actuales de empleo durante este año. El balance resultante, 18 puntos positivos, es el más alto desde 2008 (y el segundo en positivo tras el de hace un año) pero sigue situándose ligeramente por debajo de la media de la eurozona (21 puntos).
Para Álvaro Sanmartín «las perspectivas empresariales para 2015 son compatibles con las previsiones de crecimiento de en torno al 2%. Existen elementos bastante positivos para la actividad económica en nuestro país como la depreciación del euro, la caída del precio del crudo o los bajos tipos de interés. Pero no debemos bajar la guardia. Aún queda mucho por hacer en términos de mejorar nuestro crecimiento potencial, de preservar la cohesión social y de garantizar la sostenibilidad a largo plazo de nuestras finanzas públicas.»
Panorama internacional: el optimismo se recupera con matices
La media mundial del índice de optimismo empresarial ha crecido en 2014 hasta los 31 puntos positivos, su mejor valor en un principio de año desde 2007. Pero mientras los fantasmas de una nueva recesión mundial se desvanecen, los datos por países cuentan historias muy diferentes.
En China, la segunda economía mundial, el optimismo ha caído bruscamente (25 puntos, 30 menos que en el trimestre anterior) en un reflejo de la desaceleración (controlada) que está viviendo la potencia asiática. Peor es el clima empresarial en Japón, que tras un año en positivo con las reformas del Primer Ministro Abe, empieza 2015 volviendo al pesimismo (-12 puntos). Y es que pese a que los datos macro resultan esperanzadores, las expectativas de negocio de algunas empresas japonesas (probablemente las que se benefician menos de la depreciación del yen) todavía no lo son tanto.
Aunque el índice de optimismo empresarial para 2015 lo encabeza India (98 puntos que representan casi un 100% de empresarios optimistas), el resto de los primeros puestos están ocupados por economías desarrolladas como Irlanda y Nueva Zelanda (ambas con 82 puntos), Australia (70), Reino Unido (68) o Estados Unidos (59). México (58) es el primer país latinoamericano muy por delante del segundo, Brasil (13 puntos). España (18) se queda en la parte media de una tabla en la que en años anteriores acostumbraba a ocupar los últimos puestos.
A la cabeza del pesimismo empresarial se sitúan tres países de la eurozona: Finlandia (-56 puntos), Francia (-36) e Italia (-2). Les acompañan Argentina (-28), que ha visto acentuarse su estancamiento con la caída de los precios del crudo, y el ya mencionado Japón. NdP