La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) lo tiene claro: cuanto mayor sea el nivel educativo, mayores serán las posibilidades laborales, sociales y económicas en un futuro. Es la principal conclusión del informe sobre el Panorama de la Educación en 2014 que un año más recopila datos de sus 34 estados miembros. Y aunque el estudio es optimista para el futuro del conjunto de la Unión Europea, España vuelve a aparecer a la cola de los principales indicadores.
«La educación puede sacar a las personas de la pobreza y la exclusión social», ha explicado Ángel Gurría, secretario general de la OCDE durante la presentación. «Aumentar el acceso a la educación para todos y continuar mejorando las destrezas de la gente será esencial para lograr prosperidad y mayor cohesión social a largo plazo», ha asegurado. Y es que según se desprende del informe, un mayor nivel de estudios aumenta las posibilidades de encontrar un empleo y permite alcanzar un mayor grado de satisfacción en algunos aspectos sociales.
También incide significativamente en los salarios. Según datos de la OCDE, el sueldo de los que han terminado el bachillerato es un 20% superior que el de aquellos que no han superado esta etapa educativa. El informe indica que la educación se ha convertido en un factor aún si cabe más importante con el agravamiento de la crisis económica. Tanto es así, que mientras el 14% de los adultos que no terminaron la Educación Secundaria Obligatoria están en el paro, sólo se encuentran en esa situación el 5% de los que cuentan con estudios superiores; una diferencia que ha aumentado en cuatro puntos desde el año 2000.
Aunque desde la Organización matizan que la crisis también está teniendo otro efecto. Según sus datos, la actual coyuntura económica está provocando un aumento en el número de jóvenes que optan por alargar la vida de estudiante. Así, si en 2012 el 54% de los chicos y chicas de entre 15 y 29 años abandonaban sus estudios, ahora sólo lo hacen el 51%. De hecho, la proporción de población adulta con estudios superiores no ha dejado de aumentar en la última década y más de la mitad de los adultos de los países de la OCDE siguieron algún tipo de programa educativo en el último año.
Satisfacción en la Unión Europea
Es la tendencia también en el conjunto de la Unión Europea, donde el 29% de los adultos han cursado con éxito estudios universitarios. Y aunque sigue habiendo algunos puntos de diferencia respecto de la media de la OCDE, desde la Comisión Europea aseguran que el informe viene a confirmar la buena dirección hacia los objetivos de la estrategia 2020. Para ese año, su objetivo es que al menos el 40% de los jóvenes finalicen estudios de tercer grado y que menos del 10% abandonen la educación antes de terminar el segundo ciclo de la enseñanza secundaria.
«El informe concuerda con la política de la Comisión: mejorar la calidad de la educación y aumentar los niveles de capacidades es una inversión inteligente y una forma eficaz de combatir las desigualdades», aseguraba Androulla Vassiliou, Comisaria Europea de Educación. «Tenemos que garantizar, que en particular, los jóvenes estén dotados de las capacidades que necesitarán en su vida laboral, así como que se dé a los adultos la oportunidad de un aprendizaje continuo», ha explicado.
Desde la Unión Europea insisten además en la importancia que tiene combinar un alto nivel de educación con una amplia capacidad en destrezas clave como la lectura o la escritura. Según datos europeos, para dos personas con niveles educativos similares, el salario medio de puede llegar a ser un 45% superior cuando tiene un mayor nivel de desarrollo de ambas destrezas.
Preocupación por los ninis
No obstante, desde Bruselas reconocen que todavía queda trabajo hacia la cohesión. «El informe pone de manifiesto que siguen existiendo grandes diferencias entre los Estados miembros en cuanto al nivel de capacidades», ha asegurado Vassiliou. Y en esa comparación España no sale, un año más, muy bien parada.
Según el informe, el 45% de la población adulta no había terminado la Educación Secundaria Obligatoria en 2012. De hecho, España es uno de los seis países de la OCDE, junto a Italia Portugal, Turquía, Chile y México, donde los adultos que han superado al menos la Educación Secundaria son menos del 60%, 17 puntos por debajo de la media. Es más, el 36% de los jóvenes de entre 25 y 36 años no han finalizado el bachillerato, algo que solo ocurre en el 17% de los casos en los países de la OCDE.
Ante estos datos, la OCDE ha mostrado su preocupación ante la alta tasa de jóvenes españoles que ni estudian ni trabajan. Son el 25,79% de los chicos y chicas de entre 15 y 29 años. España es por tanto el país europeo con mayor porcentaje de ninis, y solo Turquía, donde más del 29% de los jóvenes está en esta situación, le supera en el conjunto de la OCDE. Y es que mientras la situación tiende a mejorar en el conjunto de los países desarrollados, España muestra la tendencia contraria. Advierten además que en el 19% de los casos los jóvenes se encuentran en una situación de paro forzoso.
Para Dirk van Damme, director de Innovación e Indicadores de Progreso de la OCDE, los ninis suponen «un gran problema para España». Para atajarlo ha pedido una oferta educativa «acorde con la realidad de los jóvenes», que a su juicio pasa por un fortalecimiento de la Formación Profesional. «Cuando el mercado laboral se deteriora, los jóvenes que hacen la transición de la escuela al trabajo son, a menudo, los primeros en encontrar dificultades», advierte el informe.
Sin embargo, el estudio deja margen para el optimismo. A pesar de los malos resultados, los jóvenes españoles tienen ya un nivel educativo superior a la generación de sus padres. Además, el porcentaje de personas que se matriculan en algún tipo de programa educativo tras haber finalizado la Educación Secundaria Obligatoria está aumentando a un ritmo más rápido que en el conjunto de la OCDE.