Marchas y concentraciones multitudinarias y pacíficas han conmemorado este 12M el aniversario del movimiento 15M en una demostración de que la indignación ciudadana con el poder político y económico está más viva que nunca. En Madrid, a medianoche, la Puerta del Sol seguía abarrotada a pesar de haber superado el límite horario autorizado y sin que interviniera la policía.
Ambiente festivo y reivindicativo, muchos jóvenes, pero también familias y «yayoflautas» que reivindicaban su derecho a manifestarse como tales, como indignados también con el sistema político y financiero y con quienes piden una democracia más participativa.
La Puerta del Sol madrileña era un reflejo de lo ocurrido el 15M del año pasado. Varias columnas de manifestantes se han concentrado allí desde diferentes puntos de la ciudad hasta llenar la plaza con una imagen que hace un año dio la vuelta al mundo y hoy se repite con los mismos argumentos. Eslóganes contra los políticos, cánticos contra los recortes y la reforma laboral y la reivindicación de que es necesario cambiar el sistema se han mezclado con batukadas y bailes y mucho humor crítico. Se calcula que más de treinta mil personas han participado.
«Menos policía, más educación», gritaban algunos grupos de indignados.La Delegación del gobierno en Madrid había autorizado la protesta hasta las diez de la noche, pero horas después, la concentración de indignados se mantenía con miles de personas, que no parecían dispuestas a abandonar. La policía, con un despliegue de más de mil quinientos agentes, no ha intervenido en ningún momento.
En Barcelona, varias manifestaciones han reunido a 45.000 personas, según los Mossos. «12M-15M. El pueblo somos la solución» decía la pancarta que encabezaba una de las marchas. En Valencia, Bilbao, Santiago y la mayoría de las capitales españolas se han repetido las escenas de protesta pacífica, más centradas este año en las reformas y recortes aprobados por el gobierno.
Fuera de España, el movimiento de los indignados se ha dejado ver y oír en muchas capitales europeas. Londres, Fráncfort, Lisboa, Atenas o Roma han vivido su 12M, más minoritario pero con las mismas reivindicaciones en nombre del «99 por ciento».
A partir de ahora, la conmemoración del aniversario del 15M tendrá visibilidad por unos días en el centro de las ciudades, pero seguirá e intensificará lo que ha venido haciendo en el último año: asambleas de barrio, discusiones, debate de ideas e iniciativas y acción. El movimiento indignado sigue vivo y lo ha demostrado este 12M.