El recuento también muestra que la participación en el referendo celebrado el martes y el miércoles fue por lo menos modestamente superior a la de la consulta constitucional de 2012, realizada durante el gobierno del depuesto presidente Mohammad Morsi (junio 2012-julio 2013). Un escrutinio no oficial de 25 de las 27 gobernaciones de Egipto muestra que el 97 por ciento de los votantes dijeron «sí» a la nueva carta magna, y que menos del uno por ciento votó por el «no». Los demás sufragios han sido anulados.
Aún no hay resultados de El Cairo, la gobernación más poblada del país, o del norte del Sinaí. La concurrencia a las urnas rondó el 38 por ciento de los votantes registrados, o 17,4 millones de personas, lo que situó a esta consulta por encima de la de 2012, cuando participaron 17 millones.
«Los egipcios inauguran una nueva historia para la región», proclama el periódico estatal Al Ahram. El portavoz del ejército, coronel Ahmed Ali, dice que el resultado «confirma que los egipcios son la primera población libre de que se tenga registro en la historia», según la agencia oficial de noticias MENA.
La votación desarrollada durante dos días fue la primera desde que las Fuerzas Armadas derrocaron a Morsi, el 3 de julio de 2013. La nueva Constitución reemplazará a una de 2012 redactada durante su breve presidencia de este país con más de 83 millones de habitantes.
Aunque el miércoles 15 no se informó de actos violentos, por lo menos 11 personas murieron en enfrentamientos en todo el país el día anterior, y una bomba dañó una sede judicial en el barrio cairota de Imbaba dos horas antes de abrirse los centros de votación.
La nueva Constitución, igual que la anterior, permite a tribunales militares juzgar a civiles por ataques contra personal o instituciones de las Fuerzas Armadas.
Los números
El sur del Sinaí fue el lugar donde más se incrementó la concurrencia a las urnas. Allí votaron el 91 por ciento de los ciudadanos registrados; en el referendo previo lo hicieron apenas un 27 por ciento. La economía de la región, basada en el turismo, se ha visto perjudicada por tres años de inestabilidad.
La comparecencia en los centros electorales también aumentó en el delta del Nilo, una región que históricamente no tuvo buenas relaciones con la Hermandad Musulmana de Morsi. En las gobernaciones de Minoufia y Daqahliya, la concurrencia creció el 19 por ciento. En Sharqiya, ciudad natal de Morsi, lo hizo el 15 por ciento.
La mayor caída se ha producido en la gobernación de Matrouh, a lo largo de la frontera con Libia. Apenas un 20 por ciento de los residentes fueron a votar, frente al 34 por ciento que lo hizo en el referendo de 2012. El área tiene una gran población salafista, lo que sugiere que muchos de sus votantes se quedaron en sus casas, aunque el Partido Nour, el más grande de los salafistas, ha sido un manifiesto partidario de la nueva Constitución.
La concurrencia también bajó en algunas gobernaciones con grandes poblaciones de integrantes de la Hermandad Musulmana, entre ellos Minya y Beni Suef. Se prevé que los resultados oficiales del referendo sean divulgados el sábado 18.
Fuentes del gobierno han anunciado que el presidente interino, Adly Mansour, emitiría un decreto «en el plazo de días» para programar elecciones presidenciales y parlamentarias, ambas planeadas para la primera mitad de este año.
Publicado mediante un acuerdo con Al Jazeera