La Agencia de Protección Medioambiental estadounidense (EPA) acaba de determinar que los gases de efecto invernadero son perjudiciales para la salud humana. Esto permite que se puedan regular las emisiones sin que sea necesaria la aprobación por parte del Senado, donde lleva meses atascada una ley sobre energía y cambio climático.
La directora, Lisa Jackson, ha dicho: «EPA ha finalizado sus estudios de peligrosidad sobre contaminación de gases de efecto invernadero y está autorizada y obligada a hacer esfuerzos razonables para reducir contaminantes bajo la ley de Aire Limpio.»
Ya se han levantado voces acusando a la EPA de todo menos de llevar razón. El senador republicano, John Barroso, ha dicho que las conclusiones están basadas en informes científicos de dudosa calidad y en datos equivocados.
La Cámara de Comercio es contraria a que la ley de Aire Limpio sea utilizada para regular las emisiones a la atmósfera. Esto ha hecho que varias grandes compañías la abandonen en desacuerdo con esa posición. Temen la mala imagen ante los consumidores y la opinión pública cada vez más preocupados por el medio ambiente.
En la COP 15 en Copenhague, el anuncio de la EPA ha sido como un respiro. La ONG WWF lo ha recibido como una gran noticia e Yvo de Boer, representante de la ONU para el Cambio Climático, lo ha valorado de forma muy positiva. euroXpress