Según el informe de la Agencia de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) "Hacia una economía verde" un incremento en las inversiones de solo el 0,034 por ciento del PIB mundial reduciría la deforestación a la mitad y "generaría millones de empleos a la vez que combatiría el cambio climático". Por su parte las organizaciones ecologistas advierten de que el cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales son los principales retos que tiene que vencer la humanidad en estos momentos.
La Agencia de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), quiere promover los "enormes beneficios" de una mejor y mayor financiación del sector forestal un actor fundamental en la economía verde. El PNUMA identifica los bosques como uno de los diez principales sectores capaces de promover la transición a un futuro en el que se utilicen los recursos de una manera más eficiente, en el que las emisiones de carbono sean mínimas, y se generen más empleos.
Según Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA, el cambio "debe de ser soportado por inversiones y políticas públicas que miren al futuro". Los bosques, son también importantes sumideros de carbono algo fundamental en la lucha contra el cambio climático. Un ejemplo de acciones para mantener las zonas boscosas es la contribución que está haciendo Noruega al Fondo del Amazonas en Brasil, promoviendo una nueva forma de alianza para reducir la deforestación. También en Indonesia, donde ha anunciado un subsidio de 1.000 millones de dólares a cambio de medidas para evitar la tala de árboles.
La ONU utiliza la palabra de moda "desacoplar" para explicar por donde deberá ir el futuro de la humanidad para no sucumbir. Separar la tasa de consumo de recursos de la tasa de crecimiento: en pocas palabras "consumir menos para vivir mejor", que ha sido también el lema de la Semana Verde de la UE. Para las Organizaciones No Gubernamentales, el cambio climático y el agotamiento de los recursos naturales son los principales retos a los que se enfrenta la humanidad.
El último informe de Oxfam "Cultivar un futuro mejor" advierte de que el precio de los alimentos básicos se va a duplicar en los próximos 20 años, a la vez que las tierras de cultivo disminuyen debido a las inundaciones o a las sequías y los incendios mientras que los especuladores hacen lo que pueden para subir los precios en los parquets. Tampoco se puede olvidar la repercusión que los disturbios en los países árabes está teniendo en el precio del petróleo un recurso cada vez más escaso e incapaz de saciar la sed energética de los países emergentes.
Según el informe de Oxfam hacia el año 2050 la demanda de alimentos se habrá incrementado en un 70%. Para intentar frenar un desbocado crecimiento en los precios ha lanzado la campaña CRECE con la que pretende poner al descubierto los gobiernos que sostienen esta política alimentaria y las empresas que se benefician con la situación. Algunos ejemplos son las cuatro compañías que comercializan la mayoría de los alimentos en el mundo, o Guatemala donde uno de cada dos niños menores de cinco años sufre desnutrición crónica y donde el 80% de la tierra productiva pertenece al 8% de la población, o la política de biocombustibles de EE UU que hace que el 40% del maíz que se produce sirva para alimentar los motores.