«Por el momento habrá una operación de la coalición y otra de la OTAN» en Libia, ha dicho el secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen. Aclaró que en el futuro la OTAN podría asumir mayores compromisos.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los veintisiete han respaldado la operación militar que se está realizando en Libia, pese a las reticencias sobre el papel de la OTAN y el escepticismo de Alemania. Han reclamado, una vez más, al coronel Muamar el Gadafi que abandone el poder de inmediato y han anunciado que los ataques selectivos continuarán mientras no esté garantizada la seguridad de los ciudadanos.
A pesar de las discusiones sobre el papel de la OTAN y las reticencias árabes sobre el uso de la fuerza, se han sumado nuevos apoyos. Al parecer Sudán ha permitido el sobrevuelo de su espacio aéreo, Emiratos Árabes enviará 12 aviones y Qatar ya está presente con dos cazas y dos aviones de transporte militar.
Tras el Consejo Europeo el presidente francés, Nicolás Sarkozy, ha dejado claro que los ataques cesarán inmediatamente después de que termine la «masacre» contra la población civil, algo que va «más allá de un simple alto el fuego». Refiriéndose a Gadafi ha dicho «Creemos que no es un interlocutor creíble, pero no nos corresponde decidir quien gobernará Libia», ha añadido que la coalición internacional «no está para hacer la revolución de los libios», sino para ayudarles en sus aspiraciones de cambio. Sarkozy ha destacado de manera muy especial la decisión de Emiratos Árabes de sumarse a la operación.
Francia e Inglaterra preparan una «solución política y diplomática» común para conducir las operaciones que presentarán el próximo martes en la cumbre que el premier británico, Cameron, ha convocado en Londres. Nikolás Sarkozy quiere que haya un claro «liderazgo político», porque «no son las fuerzas del Pacto Atlántico las que van a proteger a la población libia, sino las fuerzas de una coalición de 11 países, entre los que hay dos árabes». Una idea que no le gusta nada a Italia declarada partidaria de que sea la OTAN la que lleve el liderazgo.
Por su parte el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, es también partidario de que sea la OTAN quien pilote las operaciones junto a la Liga Árabe y la Unión Africana «para no cometer los mismos errores que en Afganistán e Irak».
Erdogan reprocha a Occidente que «sólo le interes el petróleo de Libia» y les recomienda que, «cuando miren al este y al sur, vean a los niños que pasan hanbre, a las madres que sufren, a las mujeres que sufren violencia y a (los países afectados por la) pobreza. Que no miren sólo el petróleo y las riquezas del subsuelo» y aseguró que Turquía seguirá enviando ayuda humanitaria a Libia.
Mientras en Bengasi, el portavoz rebelde Mustafa Gheriani, repite que no quieren tropas de la coalición en tierra y que si Gadafi no pudiera conseguir mercenarios ellos podrían ganar la guerra por sí solos. Lo que más le preocupa son las sitiadas ciudades de Misrata y Zintan donde «están empezando a quedarse sin productos básicos».