Dormir más de 8 horas y menos de 6 y la falta de hábitos de estimulación cognitiva, como la lectura, favorecen la aparición del deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años. Esta es la principal conclusión del estudio realizado por investigadores del Grado en Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera y farmacéuticos comunitarios de la Comunidad Valenciana entre 245 personas mayores de 65 años. La investigación, titulada «Estilos de vida asociados a deterioro cognitivo. Estudio preliminar desde la farmacia comunitaria», ha sido publicada recientemente en la Revista de Investigación Clínica.
El deterioro cognitivo, frecuentemente relacionado con la edad, es la manifestación clínica más asociada a las demencias. La prevalencia mundial de la demencia es de 35,6 millones y, dado el progresivo envejecimiento de la población, se prevé alcanzar los 100 millones de casos en 2050, según el World Alzheimer Report. En España, la prevalencia del deterioro cognitivo varía, según regiones y metodologías de estudio, entre el 10,1% y el 26,9% de la población mayor de 65 años.
En el estudio dirigido por la CEU-UCH en la Comunidad Valenciana se han detectado síntomas de deterioro cognitivo en un 12% de los casos. En total, han participado voluntariamente en el estudio 245 pacientes mayores de 65 años, cuyo seguimiento se ha realizado desde distintas farmacias comunitarias valencianas, tanto de zonas rurales como urbanas, mediante el uso de un test de cribado realizado por los farmacéuticos comunitarios, que mantienen un contacto directo con estos pacientes, muchos de ellos con medicación crónica.
Factores de riesgo
Según señalan los autores de este estudio, además de los factores genéticos, el deterioro cognitivo está también vinculado a factores de riesgo como la edad, y a otros relacionados con el estilo de vida, como la práctica de ejercicio físico, las horas de sueño o la estimulación intelectual. En el caso de la edad, el estudio de la CEU-UCH ha detectado que la prevalencia del deterioro cognitivo registrada aumenta un 9% por cada año de vida, lo que supone que cada diez años se duplica el riesgo de padecer este tipo de deterioro.
En el caso de la estimulación intelectual a través del hábito de la lectura, el estudio determina que no leer incrementa el riesgo de deterioro cognitivo 3,7 veces y hacerlo de forma esporádica lo incrementa 2,5 veces. Con respecto a las horas de sueño, los investigadores han detectado que dormir menos de 6 horas o más de 8 incrementa el riesgo de deterioro cognitivo 2,6 veces. Tanto el insomnio crónico como la somnolencia durante el día son, por tanto, factores de riesgo asociados al deterioro cognitivo y la demencia.
Programa de educación sanitaria
El equipo investigador ha estado integrado por Lucrecia Moreno, vicedecana del Grado en Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera e investigadora principal del Grupo de Investigación en atención farmacéutica y Uso racional del medicamento de la CEU-UCH; María Teresa Climent y Ana María Vilaplana, de Farmacéuticos Comunitarios de la Comunidad Valenciana; Alberto Arnedo, del Servicio de Epidemiología del Centro de Salud Pública de Castellón; y José Vilar, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Luis Alcañiz de Xátiva.
Actualmente, este equipo ha iniciado una segunda fase del trabajo, para el diseño de un programa de intervención sanitaria encaminado a mejorar la función cognitiva y los estilos de vida relacionados con el deterioro cognitivo en estos pacientes. El 42% de ellos ha aceptado participar en un programa de educación sanitaria para favorecer el entrenamiento cognitivo, la práctica de ejercicio y la educación en la higiene del sueño, claves para la prevención de la demencia en la ancianidad.