Las parejas de distintas nacionalidades, las que viven por separado en países diferentes de la UE o las que viven juntas en un país distinto al suyo de origen podrán tener un divorcio más justo y más fácil, con las normas propuestas por la Comisión europea y ahora bloqueadas por falta de consenso entre los 27.
Ciento cuarenta mil parejas internacionales se divorcian cada año en la UE, con normas muy diferentes de un país a otro, lo que implica importantes complicaciones para los cónyuges y sus hijos. El ejecutivo comunitario pretende reforzar la seguridad jurídica de los matrimonios para determinar, por ejemplo, quién se queda con la custodia de los hijos o cómo se reparte el patrimonio común.
La normativa prevista protege al cónyuge más débil para que no se vea perjudicado en el proceso de separación porque su pareja acuda al tribunal donde obtenga mejores resultados. La propuesta de Bruselas permitirá a los interesados elegir la ley aplicable a su divorcio y, si no hay acuerdo, la Comisión establece los criterios a aplicar.
La comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, ha dicho que «las complicaciones legales pueden hacer muy difíciles las vidas de las familias. La primera preocupación de los políticos debería ser hacer cuanto esté en nuestra mano para ayudarles. Los ciudadanos de la UE deben contar con seguridad y capacidad de elección sobre la legislación que se aplicará a los acontecimientos importantes de sus vidas.»
«Cooperación reforzada» para avanzar en la legislación
La legislación sobre derecho de familia exige unanimidad en la UE, así que Bruselas ha optado por aplicar, por primera vez, el procedimiento de «cooperación reforzada», por la que nueve o más países de la Unión pueden aplicar una ley comunitaria bloqueada por una minoría.
Alemania, Bélgica y Letonia acaban de sumarse a la propuesta, que ya habían aceptado España, Austria, Bulgaria, Francia, Hungría, Italia, Luxemburgo, Rumanía y Eslovenia. Según el Tratado de Lisboa, cualquier país puede sumarse a este grupo en el futuro. Suecia ha vetado la propuesta para que un tribunal suyo no tenga que aplicar la ley de otro país. Malta ni siquiera permite el divorcio, aunque sí reconoce las sentencias dictadas por tribunales extranjeros.
El Consejo de Justicia, que se reúne el próximo 4 de junio, previsiblemente dará vía libre a la Comisión para poner en marcha su iniciativa. «Somos testigos de un excelente ejemplo de cómo la UE puede avanzar y ayudar a los ciudadanos en un asunto importante para las familias», ha declarado Viviane Reding. La Comisión presentó esta propuesta en 2006 y desde entonces ha estado bloqueada por el Consejo Europeo. euroXpress