Una de las consecuencias de la crisis económica que azota actualmente a la Unión Europea, podría ser la revisión de su tamaño en un futuro. Una idea que ronda las reuniones entre Sarkozy y Merkel últimamente y que estaría encaminada a preservar la supervivencia de la Unión y a un futuro más seguro con una moneda única más estable.
Es tan solo una de las opciones que estarían barajando desde París y Berlín los máximos dirigentes de la eurozona, aupados como presidentes de la UE debido a la fortaleza mundial de sus economías. Sin embargo las críticas no se han hecho esperar.
Desde diferentes países se reprocha la relativa facilidad con la que ha crecido el número de países de la UE hasta los veintisiete actuales. ¿Se debería haber endurecido las exigencias para entrar a formar parte de la eurozona?
España, Reino Unido, los Países Bajos o Finlandia, en declaraciones a Reuters, han rechazado la propuesta de los gobiernos franco y germano. La expulsión directa de un país que perjudique la estabilidad y la economía de la eurozona no parece convencer a otras naciones.
Por otro lado, Francia y Alemania estarían más a favor de crear un «grupo selecto» de países que formen la UE, con una política económica y fiscal más dura y estable. Debido a los últimos datos económicos, economías como las de Grecia, Portugal, Irlanda y ahora Italia verían con dificultad su integración en este grupo. ¿Y qué pasaría con los países de reciente incorporación como Bulgaria o Rumania con altas tasas de corrupción y que, sin embargo, han entrado a formar parte de la Unión?
Desde Francia se niega, sin embargo, que el objetivo sea reducir el número de países.
Modificar el Tratado fundacional por primera vez
La actual situación económica podrá obligar a los jefes de Estado y de Gobierno de los veintisiete a modificar el Tratado fundacional de la UE por primera vez en la historia. Construir una eurozona más sólida y segura cara a una supervivencia futura sin sobresaltos sería el objetivo principal debido a la prueba de fuego que vive actualmente la zona euro. El próximo 9 de diciembre, en la reunión de los máximos dirigentes europeos, se podría tratar este tema histórico.
Merkel reconoció en Berlín que Europa ha llegado a «un punto de inflexión» y que deben cambiar «muchas cosas» para llegar a la estabilidad. Sin embargo crear una Europa divida entre un club selecto de países y otros de segunda parece no convencer a la mayoría de los países donde la integración en un mercado único les ha reportado grandes avances económicos y sociales.
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, también habló este miércoles en Berlín de la insostenibilidad de la UE en las condiciones actuales a largo plazo, de la importancia de «avanzar» en los Tratados y de la necesidad de que todos los Estados miembros se integren en el euro para ir al mismo paso. Terminó invitando a Alemania a que ejerza más su liderazgo dentro de la UE.