La Comisión Europea está tanteando la posibilidad de disminuir las cuotas de pesca aplicables en aguas de la UE y en aguas internacionales del Atlántico nororiental a las poblaciones de aguas profundas para 2015. La CE propone aumentar el total admisible de capturas (TAC) de cuatro poblaciones, disminuir el de nueve y mantener el statu quo de otras cinco. En el caso de cuatro poblaciones —de tiburones de aguas profundas principalmente—, la propuesta no contiene todavía ninguna cifra en espera del dictamen científico que se emitirá a finales de este mes.
Según Maria Damanaki, Comisaria europea de Asuntos Marítimos y Pesca, «Los ecosistemas y las poblaciones de peces de aguas profundas son particularmente vulnerables a las actividades humanas como la pesca y precisan por ello de una protección adecuada. De ahí que la gestión sostenible sea la única forma de garantizar el futuro de las pesquerías de aguas profundas.»
El hecho de que los dictámenes científicos permitan aumentar las posibilidades de pesca de algunas de esas poblaciones es, qué duda cabe, una buena noticia, para la comisaria, aunque añade que «desafortunadamente la situación de la mayor parte de las otras poblaciones es desalentadora. Confiamos en seguir trabajando con los Estados miembros para mejorar el conocimiento de esas poblaciones y garantizar la sostenibilidad de las pesquerías de aguas profundas».
En el caso de la importante población de granaderos de roca existente al oeste de las Islas Británicas, hay disponible un dictamen científico sobre la forma de alcanzar el rendimiento máximo sostenible. Basándose en él, la Comisión propone para esa población un recorte moderado (-12 %) que permita en 2015 su captura a niveles sostenibles y que, ya en 2016, haga posible un ligero aumento (+2 %). Por otra parte, para cuatro poblaciones de brótola de fango, la Comisión propone aumentos del 10 %.
Con relación a otras poblaciones, los datos disponibles son limitados y se impone por tanto un criterio de precaución que exige para ellas recortes significativos para poder protegerlas. En este caso está el besugo de las zonas situadas al oeste de Portugal y alrededor de las Azores. Los dictámenes científicos que analizan la zona al oeste de Portugal reclaman incluso la elaboración de un plan de recuperación.
Las propuestas de la Comisión se basan en los dictámenes científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM). Sin embargo, los datos disponibles sobre la mayoría de las poblaciones de aguas profundas son insuficientes para que los científicos puedan evaluar íntegramente el estado de las poblaciones en lo que se refiere tanto al número de individuos como a la mortalidad por pesca.
Los peces de aguas profundas pertenecen a especies de crecimiento lento y de larga vida, lo que los hace particularmente vulnerables a la pesca. Estos peces se capturan en aguas situadas fuera de los principales caladeros de la plataforma continental y se encuentran en los taludes continentales o en formaciones asociadas al relieve submarino.
La pesca de las especies de aguas profundas ha estado regulada por la Unión Europea desde 2003. Las pesquerías de profundidad representan alrededor de un 1 % del pescado que se desembarca procedente del Atlántico nororiental. Las capturas —y los empleos con ellas conectados— han venido disminuyendo desde hace años debido al agotamiento de las poblaciones.
El deficiente estado de las principales poblaciones de aguas profundas y la falta de datos científicos demuestran con claridad que, como proponía la Comisión ya en 2012 sigue siendo extremadamente necesario mejorar el marco de gestión aplicado a las pesquerías de profundidad.