El primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, quiere reforzar su cooperación con la UE en política económica y eso pasa por estar donde se toman las decisiones importantes, es decir, en el Eurogrupo, donde están los países que forman parte de la moneda única y no Dinamarca, que rechazó el euro en un referéndum celebrado en el año 2000.
El diario danés Politiken recoge unas declaraciones de Rasmussen en las que el primer ministro asegura que tanto el Pacto de Competitividad que se plantea para la eurozona como la presidencia rotatoria de la UE que asumirá Dinamarca en enero de 2012 «son relevantes para considerar si deberíamos modernizar nuestra relación con la Unión Europea».
El gobierno danés confiesa que no estar en la eurozona limita mucho de facto la cooperación con los 17 que sí están. Sin embargo, las obligaciones son parecidas. Por ejemplo, Dinamarca aporta 60.000 millones de euros a la Estabilidad Europea para países con problemas de deuda y ofreció 400 millones de euros en préstamos bilaterales a Irlanda en el plan de rescate de la UE y el FMI.
Anima al ejecutivo de Copenhague, el resultado de una encuesta que daría un resultado favorable al euro si se plantea de forma conjunta con otras dos cuestiones europeas, la Justicia y la Defensa. En ese caso, un 45 % de los daneses votarían sí, frente a un 42 por ciento que lo rechazarían y un 13% de indecisos.
Como previsiblemente el Pacto de Competitividad Europeo se adoptaría en el Consejo Europeo de junio, el plebiscito se convocaría antes para fijar la posición del gobierno danés ante sus colegas europeos.
La cuestión entra de lleno además en la política interna de Dinamarca, donde hay elecciones previstas el próximo noviembre. El planteamiento del actual gobierno tendría en frente a los socialdemocrátas apoyando la consulta con las tres opciones y al Partido Socialista Popular que defendió el no al euro en su momento y lo sigue haciendo. Ambos aspiran a desbancar juntos al actual ejecutivo.