Dinamarca pertenece a la zona Schengen y el Tratado no le permite instaurar fronteras de la manera clásica. Lo que si puede hacer es hacer controles aleatorios a los vehículos en la frontera con Alemania, en los puertos y en el puente de Oresund que une Suecia con Dinamarca.
El Partido del Pueblo danés, de extrema derecha, es socio del minoritario partido liberal-conservador que gobierna desde 2001, gracias a que juega un papel clave en el Parlamento hace diez años que va endureciendo la política de seguridad y sobre todo de inmigración danesa que se ha convertido en una de las más estrictas de la UE. El PPD, ha aprovechado este momento en el que se discute en la UE reintroducir medidas temporales en las fronteras de Schengen para forzar una vuelta de tuerca.
La medida costará 150 millones de coronas danesas, 20 millones de euros, en instalar controles, escáneres y otros equipos tecnológicos y otros 120 millones de coronas, 16 millones de euros, en personal de aduana y policía.
La medida de Dinamarca puede entrar en funcionamiento en dos o tres semanas y se ha anunciado un día antes de que los ministros de Interior y Justicia discutan en Bruselas las reformas de Schengen que propone la Comisión Europea.