Dinamarca ya fue campeona de Europa en 2008 y es subcampeona del mundo, pero su recorrido por este torneo en Belgrado la había apartado de las quinielas para el triunfo final. Una tímida primera fase, en la que perdieron precisamente contra una impecable Serbia dejó a la selección escandinava al borde de la eliminación. Después fue encontrando su sitio hasta conseguir el pase a semifinales, donde derrotó a España.
El colofón lo han puesto este domingo, con 20.000 espectadores en contra, muy buen juego y pocos goles (21-19), coronándose como los reyes del balonmano europeo y consiguiendo la clasificación automática para los Juegos Olímpicos de Londres. «Este torneo ha sido como una montaña rusa para nosotros. Comenzamos perdiendo dos partidos, uno de ellos contra Serbia, pero ya dije que quería poder enfrentarme de nuevo a ellos. La ocasión se presentó y esta vez con más suerte para nosotros», ha dicho el seleccionador danés, Ulrik Wibek.
A los serbios les faltó pasión y acusaron la presión de ser los anfitriones y tener el título a mano en casa. El entrenador serbio, Veselin Vukovic, se ha justificado por el agotamiento de su selección, tras el partido de semifinales contra Croacia.
España se queda sin bronce
La selección española de balonmano se marcha de Serbia con un sabor amargo, ya que no consiguió su objetivo de medalla al perder frente a la selección croata en la lucha por el bronce por 31 a 27.
La selección de Valero Ribera sorprendió a todos por su brillante juego durante los primeros 6 partidos de campeonato, consiguiendo clasificarse para las semifinales como primera de su grupo, basando su juego en una muy buena defensa, agresiva y ordenada, que ahogaba el ataque de los oponentes, a lo que se le unía una magnífica actuación bajo palos.
El partido de semifinales frente a Dinamarca hizo que se invirtiera esa dinámica ganadora, perdió su primer partido del campeonato y privó a la selección española de la lucha por el oro.
En el partido por el bronce frente a Croacia, parecía que jugaba otra España diferente a la vista durante todo el campeonato, anímicamente hundida y a la que no le salía nada en ataque. Se notaba a los jugadores cansados y sin la concentración y la fe necesaria para creerse que la victoria era posible. Esta segunda derrota sirve para que la selección española se marche a casa sin subirse al podio.
El seleccionador español Valero Ribera, al terminar el partido dijo que «de lo que nadie puede dudar es de la entrega de estos jugadores, y por eso este final me sabe todavía peor». Ahora toca luchar en un duro preolímpico que tendrá lugar del 6 al 8 de abril en Alicante, en el que España se medirá con Polonia, Serbia y Argelia. De los cuatro equipos solo dos obtendrán el billete a Londres.