Juncker, del centro-derecha CSV, ha renunciado después de que el partido socialista (LSAP), socio de gobierno, dijera que el primer ministro debería asumir su responsabilidad al no haber podido frenar los abusos de poder del servicio secreto, un escándalo que se remonta a 2005.
Este miércoles el Parlamento de Luxemburgo ha visto un informe que había encargado sobre pinchazos ilegales a políticos, compra de coches para uso privado y acusaciones de que la agencia ha aceptado pagos y favores a cambio de acceso a responsables locales.
En una sesión en el Parlamento en la que Juncker ha defendido durante dos horas su gestión el LSAP ha anunciado la retirada de su apoyo «la gravedad de los hechos es tal que el primer ministro debería asumir sus responsabilidades, no porque sea deshonesto o incompetente, sino porque tomó malas decisiones», ha dicho el líder del partido socialista luxemburgués, Alex Bodry, que ha añadido que es «inimaginable que no pase nada» después de conocerse el escándalo.
Juncker, ha sido desde hace 18 años primer ministro de Luxemburgo, gran parte de esos años ha sido también ministro de Finanzas y otros tantos presidente del Eurogrupo.