«Los acontecimientos de los últimos días y semanas han demostrado que la confianza de los ciudadanos, y por tanto, mi efectividad, han quedado seriamente dañadas», ha dicho Wulff en un mensaje televisado, en el que también se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan.
La fiscalía solicitó ayer el levantamiento de su inmunidad para ser investigado por varios delitos cuando era primer ministro de Baja Sajonia y la oposición inmediatamente pidió su dimisión.
El pasado diciembre se supo que Wulff había ido de vacaciones invitado por el empresario David Groenewold, a quien el gobierno de Baja Sajonia había avalado. Además, gracias a su amistad con otro empresario, Egon Geerkens, consiguió un préstamo hipotecario de medio millón de euros, en condiciones ventajosas, del que no dio cuenta al Parlamento.
Para terminar de arreglar el desaguisado, cuando Wulff supo que el diario Bild se proponía contar estas historias, se permitió presionar para evitar su publicación. Así, la prensa alemana difundió sus posibles delitos y la intromisión en el periódico. El presidente admitió su error pero se negó a dimitir.
Wulff fue el candidato de Angela Merkel para la presidencia del país y durante este tiempo le ha apoyado tímidamente. Conocida hoy su dimisión, la canciller dice haber recibido la noticia con «gran respeto y pesar» porque el presidente saliente ha representado «con dignidad» a Alemania. Merkel ha anunciado que buscará con la oposición un candidato de consenso para sustituir al dimitido.